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La comarca de la Pernía y la Virgen de la Asunción

Las celebraciones en torno al 15 de Agosto son una buena excusa para conocer la comarca palentina de la Pernía

Arte religioso, casas blasonadas y el nacimiento del río Pisuerga contribuirán a rebajar varios grados centígrados el escenario de nuestras vacaciones

Gregorio Marlasca. Escritor y profesor

Durante los meses de verano muchas son las personas que retornan a sus localidades de origen para disfrutar de unos días de descanso bien merecidos. Es entonces cuando muchos de nuestros pueblos recobran por un tiempo el pasado glorioso del que antaño presumieron y que ahora cuesta mucho conservar.

Una de las excusas principales para volver a estos lugares con encanto es que a mediados de agosto muchos celebran sus fiestas patronales en torno a la festividad de la Asunción. Estas celebraciones rememoran el momento en el que la Virgen María, madre de Jesús, sube a los cielos en cuerpo y alma para abandonar definitivamente el mundo terrenal.

No obstante, este acontecimiento religioso se ha ido diluyendo lentamente a través del fervor popular convirtiéndose en una excusa para juntarse amigos y familiares con el fin de celebrar unos días lúdicos aprovechando las vacaciones.

Un ejemplo de ello lo podemos encontrar al norte de la provincia palentina, a más de cien kilómetros de la capital, siguiendo la carretera C-627 dirección Potes, donde nos encontramos con una comarca que limita con la comunidad autónoma de Cantabria, y que recibe el nombre de la Pernía.

Está constituida actualmente por doce pequeñas pedanías, cuya capital y núcleo estratégico es la localidad de San Salvador de Cantamuda, en la cual podemos contemplar la iglesia de San Salvador, ejemplo del románico montañés y realizada a finales del siglo XII. Como curiosidad, en el interior de este templo de visita obligada se conservan las antiguas mesas de altar románicas, junto a imágenes de Jesús y de la Virgen realizadas en torno al 1500.

El periodo estival sirve para que nuestros pueblos recuperen una parte de su pasado glorioso

Dos son las localidades que celebran de una manera especial fiestas en torno al 15 de Agosto: en primer lugar la localidad de Santa María de Redondo celebra una misa en honor a la Virgen de la Asunción en su parroquia, del mismo nombre. En el interior de este templo podemos maravillarnos con una imagen de la Asunción de María, realizada en madera policromada del siglo XVIII, junto con una talla gótica, Nuestra Señora de Viarce, patrona de la localidad. Esta última es una hermosa imagen de la Virgen María cuya leyenda cuenta que proviene de un antiguo monasterio franciscano que se hallaba próximo a la localidad.

LaPernia-Casavegas

  • A siete kilómetros de San Salvador de Cantamuda se encuentra la iglesia de la Asunción de Casavegas, con espadaña típica del románico montañés y en cuyo interior se encuentra la escultura de la Virgen con el niño, del siglo XIV.

También la localidad de Casavegas celebra en su templo parroquial esta festividad. Merece la pena una visita a la parroquia de la Asunción, en la cual podemos observar una virgen con niño en el retablo principal, del siglo XIV, aunque repintada posteriormente.

Sin duda destaca la celebración que tiene lugar en Tremaya, conocida en origen como Castellum de Tremaia. A unos cinco kilómetros de San Salvador de Cantamuda se encuentra esta localidad formada por diversas casas de piedra que rodean la iglesia parroquial de la Asunción de María. El templo está constituido por una sola nave, rematada por una bóveda de crucería estrellada. En esta iglesia podemos encontrarnos con una Virgen del siglo XIII esculpida en madera policromada. Muchos habitantes de las otras pedanías se acercan hasta Tremaya para celebrar esta festividad, con conmemoraciones litúrgicas, juegos populares y comidas en el campo.

Y si tienen oportunidad de acercarse hasta la Pernía, no duden en pasar por la Abadía Neogótica de Lebanza, del siglo XVIII, Fuente Cobre, lugar de nacimiento del río Pisuerga, la localidad de San Juan de Redondo o el rollo de piedra jurisdiccional situado en la Plaza de Cantamuda, y tallado en el siglo XVI. O visitar muchas de las casas de piedra con sus fachadas blasonadas.

Sirvan estas pocas líneas para animar a conocer este verano uno de los más bellos parajes de la montaña palentina.

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