Texto: Silvia del Río. Fotografía, Raúl G. Leralta
Las ferias y fiestas de Palencia arrancaron con un protagonista de lujo y más de 6000 asistentes, en su mayoría féminas
El ayuntamiento y la empresa de eventos DIVERPAL trajeron a Palencia 17 años después a Alejandro Sanz, que hizo disfrutar a los asistentes con un concierto en el que se entremezclaron las canciones de su nuevo disco ‘Sirope’, que supone su 15 álbum publicado, con los clásicos del artista recopilados tras 24 años de carrera, cuyas conocidas letras fueron cantadas a viva voz por la mayoría de los asistentes.
De todas las edades fue el público de la nueva Balastera, el ambiente excepcional, la predisposición de la polivalente y enérgica banda total, y la implicación de Alejandro Sanz se dejó notar desde el segundo primero, tras la cuenta atrás digital del escenario que dio arranque al concierto.
Hubo momentos de dialogo, animó a los asistentes a que se peinaran el alma, dedicaciones al público y a su sobrino que le acompañaba en el evento, y un momento especial de reconocimiento de cariño a la ciudad y las gentes de Palencia, alguno de los cuales forman parte de su equipo de trabajo.
También hubo tiempo para el alegato ecologista, y se proyectó en las dos grandes pantallas laterales al escenario, que se instalaron para seguir el concierto, un video de la campaña ‘Salvar el Ártico’ puesta en marcha por Greenpeace y que abandera el artista, entre otras personalidades del mundo de la moda, el cine o la música como Ariel Rot, Nieves Álvarez, Manolo García, Carolina Herrera o Malú, entre otros.
Más de 20 temas sonaron en el concierto: “A mí no me importa”, “No madura el coco”, “Capitán Tapón” o “Un zombie a la intemperie” y alguna más del disco Sirope sonaron en Palencia, entremezclaras con casi todos sus grandes éxitos, en algunos casos interpretadas a modo de popurrí en una apoteosis central de la gala en la que se mezclaban sin parones una canción con la siguiente, para el disfrute de los asistentes. Muchas fueron las canciones que hicieron vibrar a los asistentes: “Amiga mía”, “Mi soledad y yo”, “¿Y si fuera ella?”, “Mi Marciana” y la cantada por todos “Corazón partío”.
Ya en los bises, que Alejandro Sanz comentó de modo irónico, que estaba negociando con la SGAE fueran prohibidos en España, se abrieron las puertas de la Balastera, y una gran mayoría del público que se encontraba en los aledaños del estadio pudo entrar a ver y escuchar al artista.
Nervios, calor, emoción, cariño, romanticismo, grandes voces, buen sonido, espectacular pianista, y un escenario original con una estructura móvil de luces, es el resumen de una agradable noche de música en Palencia.
