Alonso Berruguete es uno de los protagonistas de la agenda cultural de Castilla y León, con dos exposiciones casi simultáneas: Paredes de Nava de junio a septiembre y el Museo Nacional de Escultura de julio a noviembre
Ricardo Ortega
«Alonso Berruguete no es hijo de Pedro Berruguete, sino del Laocoonte”. La sentencia del escritor y pintor José Moreno Villa plasma de una pincelada la esencia de la obra del artista nacido en Paredes de Nava (Palencia) y resume el discurso de la exposición que le dedica el Museo Nacional de Escultura, con sede en Valladolid, desde el 5 de julio hasta el 5 de noviembre. La muestra tiene un preámbulo en la localidad natal del pintor y escultor, entre junio y septiembre.
Cerca de 70 piezas, entre esculturas, pinturas, grabados y dibujos, integran la muestra ‘Hijo del Laocoonte. Alonso Berruguete y la Antigüedad pagana’, organizada por el Museo Nacional de Escultura y comisariada por su subdirector, Manuel Arias Martínez. Una selección que pone frente a frente la creación del autor con las fuentes que lo inspiraron, además de analizar su papel en la llegada a España de los principios estéticos del Renacimiento.
Más de 20 obras son del propio Berruguete y confirman la imagen del palentino como ejemplo de hombre del Renacimiento. Reconocido fundamentalmente por su faceta escultórica, Berruguete es el artista total que también pinta, dibuja y utiliza recursos arquitectónicos en sus trabajos. La muestra se articula en cinco capítulos: ‘La luz de la Antigüedad en Roma’, ‘Sarcófagos y lecciones’, ‘Bajo el influjo del Laocoonte’, ‘Tomando el agua de la fuente’ y ‘A la sombra de una gran venera’.
Con la exposición llega también una programación especial que incluye ciclos de música, conferencias y cine. Además, se ha editado un catálogo que pone de relieve la figura del más sobresaliente artista del Renacimiento en España, con aportaciones de especialistas en su obra y en su época: Miguel Morán, de la Universidad Complutense de Madrid, Carlos Morán (CSIC), Vincenzo Farinella, de la Universidad de Pisa, Tommaso Mozzati, de la Universidad de Perugia, y la directora y subdirector del Museo Nacional de Escultura, María Bolaños y Manuel Arias Martínez.
Preámbulo en Santa Eulalia
La colaboración del Museo Nacional de Escultura con la Diputación palentina, el obispado y la parroquia de Santa Eulalia de Paredes de Nava hace posible la muestra que sirve de preámbulo a la de Valladolid. Lleva por título ‘Alonso Berruguete en Paredes de Nava’ y se prolonga hasta el 21 de septiembre como homenaje al escultor y a su familia, en su condición de representantes del arte renacentista al más alto nivel internacional.
La exposición de Paredes de Nava se formula como una muestra de carácter eminentemente didáctico, con la voluntad de aportar el ‘quién es quién’ en la familia Berruguete: Pedro Berruguete, o Berruguete el Viejo, el padre, maestro de la pintura y primer pintor del Renacimiento; Alonso Berruguete, el protagonista, maestro escultor, con abundante obra atribuida en la provincia de Palencia y con una presencia especial en el Museo Nacional de Escultura de Valladolid; Inocencio Berruguete, nieto de Pedro y sobrino de Alonso, quien hizo gala de sus dotes escultóricas, y Esteban Jordán, también escultor, cuñado de Inocencio, y por tanto también familiar de los Berruguete.
Las piezas. La localidad terracampina acoge durante la muestra cuatro obras procedentes del Museo Nacional de Escultura: una escultura del retablo de San Benito de Valladolid, una de sus obras más destacadas; dos pilastras del mismo retablo, y un relieve de un autor coetáneo de Alonso Berruguete.
También dos esculturas procedentes del Museo Diocesano, de las que son autores dos seguidores del escultor paredeño, y seis obras más, entre las que destaca una obra de Juan de Villoldo, procedente de la parroquia de Alba de Cerrato. Además del espectacular retablo mayor de la iglesia parroquial de Santa Eulalia, que alberga en la predela los famosos retratos de los reyes de Pedro Berruguete, el padre del protagonista, junto a diversas tablas de la vida de la Virgen María.
Éxito internacional. Italia y luz son dos términos cargados de significado para hablar del escultor español de mayor éxito internacional, además de una de las figuras más singulares de nuestra historia en toda Europa. La muestra celebrada en el Museo Nacional de Escultura, con sede en Valladolid, tiene por objeto reflexionar sobre la figura de este artista total, esencial en el periodo del Renacimiento, en su papel como puente con las novedades que se estaban fraguando en Italia. En la época en que Miguel Ángel había esculpido su David y afrontaba la decoración de la bóveda de la Capilla Sixtina, y cuando acababa de ser descubierto el célebre grupo del Lacoonte.
Por lo tanto y, aunque centrada en la obra de Alonso Berruguete, la exposición reúne esculturas, pinturas, dibujos y grabados de grandes maestros, muchos de ellos representados en las colecciones del museo, y otras muchas procedentes de grandes colecciones y museos nacionales y extranjeros (Museo Arqueológico Nacional, Museo del Prado, Galería Uffizi, Museo Marés de Barcelona…), que ayudan a construir su universo de formas e influencias.
‘Hijo del Laocoonte. Alonso Berruguete y la Antigüedad pagana’ destaca que la escultura de Berruguete ha estado siempre asociada al arte de temática religiosa, si bien su vinculación con las fuentes paganas ayuda a entender el Renacimiento como un momento de diálogo y permeabilidad entre dos culturas, con Roma como principal escenario. Berruguete era un verdadero devorador de modelos del arte clásico, que después reinterpretaba para formular su propio lenguaje, completamente genuino. Una ocasión única para conocer en su totalidad a un artista irrepetible.
