El programa Micocyl ha iniciado una intensa labor divulgativa para dejar claro qué administración es competente en la enta de setas. Serán los ayuntamientos los responsables de hacer cumplir una normativa que sirve de modelo para España y para la UE, y que regula una actividad que mueve 65 millones de euros al año
Ricardo Ortega
Castilla y León cuenta con 600.000 hectáreas de terreno forestal regulado para el aprovechamiento de setas. La cifra es la más importante de España, dentro de un sector que mueve más de 65 millones de euros si incluimos la producción, la transformación y el sector servicios.
La importancia de estas cifras llevó a los agentes implicados a involucrarse en una regulación de la actividad, y hoy la comunidad cuenta con la normativa más completa, y más consensuada, de España y probablemente de la Unión Europea. Así lo señala Álvaro Picardo, coordinador de Micocyl, el programa puesto en marcha por la administración regional junto a ayuntamientos, diputaciones, propietarios forestales, asociaciones micológicas y empresas dedicadas a la transformación y la comercialización. Micocyl es la continuación del proyecto Myas, puesto en marcha en 2001.
Este año la principal novedad se da en la comercialización de setas silvestres, respecto a la que “todas las administraciones van a prestar atención de forma coordinada”. El panorama se ha despejado y ha quedado claro que la administración competente en materia de comercialización es el ayuntamiento, puesto que a él corresponde lo relativo a la venta ambulante. Si hay un incumplimiento en fases posteriores a esa primera comercialización deberá intervenir la Dirección General de Salud Pública, de la Consejería de Sanidad.
Existe otra novedad, aunque afectará a los particulares a partir del año que viene: se ha conocido el proyecto de ley sobre la micología en Castilla y León, que ha estado un mes en periodo de alegaciones y cuya redacción no es definitiva. Estamos ante un tema muy sensible, como demuestra “el que sea uno de los decretos regionales que más alegaciones han recibido”, con medio centenar de aportaciones.
Picardo realiza un balance “muy positivo” del trabajo realizado en estos quince años. “Se ha hecho un muy buen trabajo en la comunidad, que supone un éxito de todos los agentes implicados”, subraya. En esta década y media se ha avanzado mucho en el conocimiento de este recurso, y también en su gestión y comercialización, “y fruto de ese esfuerzo es el proyecto de decreto, que es muy bueno”. “También hemos avanzado en algo tan importante como el turismo; la red de restaurantes micológicos es muy importante, con más de 200 en Buscasetas, o el congreso de Soria Gastronómica, que surgió desde Myas”, recuerda.
