Las modernas instalaciones de Mercaolid facilitan el crecimiento de compañías como Frutas Terrados, cuyo producto se puede encontrar en toda Castilla y León y en el norte de España. También más allá de nuestras fronteras. Estefanía y Ramón García Puertas son la tercera generación de esta empresa casi centenaria, que siempre ha trabajado desde Mercaolid (o desde los mercados que lo precedieron) para beneficiarse de sus ventajas operativas y logísticas.
De hecho, Estefanía atiende a las alumnas de la escuela Alcazarén y les da un dato bastante revelador: el vendedor de Asturias o Cantabria viene a sus instalaciones porque están mucho más cerca que Madrid, además de encontrar unas mejores condiciones de calidad y precio.
Frutas Terrados basa gran parte de su crecimiento en la fidelidad que les concede contar con marcas propias. En melones y sandías disponen de la marca Sancho, mientras que el sello Estefanía es para los de gama superior. Desde el Valle del Jerte, con fincas y almacenes propios, llevan por toda Europa las cerezas El Corneta, y la naranja de la reconocida marca El Estudiante la distribuyen en exclusiva en Castilla y León.
Se debe a sus clientes y pone a su disposición los productos que demandan, muchas veces en virtud de modas que van y vienen. “En los últimos tiempos se consume mucho aguacate y mango”, subraya.
Y es que los gustos son muy volubles, hasta el punto de que pueden cambiar “si un cocinero famoso sale en televisión y habla bien de un producto concreto”.
También señala que los precios en Mercaolid “oscilan tanto como en la Bolsa” aunque, eso sí, el precio que paga el responsable de compras de un restaurante por una verdura de calidad no es elevado: “Es consecuencia de una cadena de valor muy larga, de la que depende mucha gente”. Una lección de economía de la que deben tomar buena nota las futuras cocineras.