Desde hace seis años este secular Monasterio de San Salvador de Oña, en Burgos, acoge entre sus muros el proyecto cultural denominado El Jardín Secreto. Un nombre evocador que nos recuerda la intimidad de la que siempre gozó este privilegiado espacio, otrora finca del monasterio, que cumplió sobradamente con su papel de dar sustento material a los monjes: agua, huerta, frutales, piscifactoría…, y también cobijo espiritual en sus paseos, solanas y eremitorios.
La apertura de sus puertas al público –desde este sábado hasta el 9 de diciembre– permite disfrutar de este bello paisaje en el que sobresalen de forma singular sus rincones, la exquisita variedad de árboles y flora y la canalización de 1516 del manantial de Valdoso.
Con la presencia del Jardín Secreto, este singular paseo, se salpica de diversas obras artísticas que buscan su hueco en los vanos de las ventanas, en los muros y en los reflejos del agua, con el propósito de ser admiradas, con la intención de formular preguntas y provocar sentimientos.
El Jardín Secreto: una confluencia de pasado y presente; una reflexión sobre el uso del patrimonio histórico; una oportunidad de conocer de cerca la obra de estos artistas que, de forma altruista, colaboran en este proyecto: colectivos inquietos y creativos, artistas consolidados y noveles que se dan la mano en este recorrido natural e histórico. En la inauguración, además del recorrido por la muestra, habrá concierto del grupo Los Pocos
Artistas y novedades
En el recorrido podemos admirar obras de 35 artistas o colectivos artísticos. 23 de ellos aportan obra nueva en distintas disciplinas. Siete participan por primera vez. Además, el itinerario se completará con algunas obras de pasadas ediciones.
Para esta edición se procedió a la convocatoria de un procedimiento público de participación en El Jardín Secreto. Destacar, además de la presencia de artistas y colectivos artísticos, la participación de los niños y niñas del colegio público San Salvador de Oña. Con los jóvenes también se harán algunos talleres a lo largo de la muestra.
«Pretendemos además que, a lo largo de la edición, el Jardín aporte pequeñas novedades en forma de conciertos, lecturas y visitas guiadas con alguno de los artistas participantes», apuntan desde la organización.
