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Los grandes éxitos de The Police hacen vibrar a Gredos once años después

15.000 personas en la duodécima edición del festival Músicos en la Naturaleza, en la que Sting no dejó indiferente a nadie. Hoyos del Espino  volvió a ser referente internacional de música en directo, la lluvia no hizo acto de presencia y, pese a las advertencias de la organización, un año más volvimos a sentir el frío de Gredos en pleno verano
Fotografía: Silvia del Río y R. G. Leralta
Texto: Raúl Gutiérrez

Es difícil saber el motivo por el que en esta edición de Músicos en la Naturaleza las sensaciones, desde muchas horas antes de comenzar, ya eran diferentes.

Quizá porque las doce ediciones de este festival abulense ya lo han consolidado como un referente musical en nuestro país, cuyas fechas se reservan año a año en la agenda de muchos incondicionales.

Quizá por la cuidada organización de todo lo que rodea al evento, por la trabajada campaña de marketing y difusión, bien orientada en las redes sociales, por la presencia masiva de medios de comunicación acreditados, por la espectacularidad y el embrujo de un escenario especial como es la Sierra de Gredos.

O, cómo no, por contar este 2017 con un cartel sobresaliente y con la presencia de nuevo, como hace once años, de don Gordon Matthew Summer.

Luz y color durante la esperada actuación de Sting, Raúl G Leralta
Luz y color durante la esperada actuación de Sting, Raúl G Leralta

Pero la verdad es que en esta ocasión el comentario general tanto de la organización, como de los lugareños, como de los veteranos en ediciones anteriores de este festival ha sido que Hoyos de Espino estaba más concurrido que nunca: alojamientos completos, dificultades para encontrar mesa en restaurantes, complicaciones para aparcar y mucha gente paseando por las calles ha sido la tónica de este fin de semana.

El ambiente en Gredos llamaba la atención por la disparidad de edades. Hemos podido escuchar en las cales de Hoyos del Espino a grupos de adolescentes cantando canciones de Amaral, y junto a ellas abundaban las camisetas de The Police y de la gira ’57th & 9th’ que da nombre al último disco de Sting, en aficionados de edades avanzadas.

La expectación era máxima, y el concierto no solo no defraudó, sino que -como comentó Eva Amaral en el arranque de su actuación- nos hizo vivir un momento especial. La zaragozana señaló que ese día, desde las pruebas de sonido de las 10 de la mañana, forma parte de esos momentos afortunados de la vida.

Amaral cuajó una actuación de más de dos horas presentando su nuevo disco, ‘Nocturnal’. Juan Aguirre y Eva Amaral, además, interpretaron muchos de los temas que les identifican a lo largo de su ya larga trayectoria profesional y que fueron cantados por la mayoría de los presentes.

‘Días de verano’, ‘El universo sobre mí’, ‘Moriría por vos’, ‘Cómo hablar’, o ‘Sin ti no soy nada’ fueron algunas de las canciones con las que pudimos deleitarnos de la madurez de la banda de Zaragoza, de la original puesta en escena con un fondo de escenario astronómico, con lunas llenas y constelaciones, y sobre todo de la capacidad vocal de Eva y de ese timbre personal que supone el sello de identidad del grupo.

Nikki Hill con toda su fuerza

Antes de Amaral rompió el hielo Nikki Hill, realizando un alarde sobre el escenario de voz, fuerza, rock & roll, sonido de guitarras, pinceladas de Soul y Rythm and Blues, de una forma muy enérgica, que  desde el minuto uno llegó a los presentes.

Y después de la artista de Saint Louis, el plato fuerte. La finca Mesegosillo era un clamor, la hora fijada por la organización eran las diez de la noche, y con puntualidad inglesa saltó al escenario Sting, que ya llevaba tiempo deambulando por las puertas del camerino, en el lateral derecho del escenario, y levantando pasiones de aficionados que buscaban inmortalizar el momento con sus móviles.

Camiseta básica azul oscuro, pantalón negro, elegancia minimalista de un gentleman roquero por el que los años no pasan. Apareció acompañado de su bajo Fender ‘Precisión’, cuya vejez tiene bastantes más huellas que su zurdo propietario.

También escoltado por una muy joven banda que cuenta entre sus integrantes con su hijo Joe Sumner, quien ya actuó de telonero de su padre en el concierto de hace once años en Gredos con su grupo Fictionplane.

El setlist del concierto estuvo basado en los grandes éxitos de The Police, comenzó con Synchronicity, continuando con Spirits in the Material World; sonaron también los clásicos Every Little Thing She Does Is Magic, Message in a Bottle, Walking on the Moon, So Lonely, Roxanne, Next to You y Every Breath You Take, intercaladas con una exquisita selección de sus clásicos en solitario, como Englishman in New York o I Can’t Stop Thinking About You.

También escuchamos  temas del último disco e incluso una versión de Ashes to Ashes de David Bowie interpretada por su hijo, después de que Sting le dijera que “Papá está cansado”. El broche de oro del concierto fueron los susurros y las notas de guitarra clásica de Fragile.

Sting no dejó a nadie indiferente, Hoyos del Espino  volvió a ser referente internacional de música en directo, la lluvia no hizo acto de presencia, y pese a la experiencia de muchos de los asistentes y las advertencias de la organización, y de propios y extraños, otro año más volvimos a sentir el frío de Gredos en pleno verano. Esperemos que no sea el último.

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