El Ucero acaba de nacer en la parte soriana del cañón del río Lobos. Apenas unos centenares de metros después se dirige mansamente hacia la localidad a la que da nombre.
Gira a la derecha bajo las peñas en las que se aposenta el castillo, una fortaleza que domina el territorio una vez superado el puerto que da acceso a la comarca desde la tierra de Pinares burgalesa.
En esta época el tapiz de flores blancas que forman las ovas cubre la mayor parte de la superficie del agua. En los canales que quedan entre las algas acuáticas se alimentas las afamadas truchas del Ucero. Es la época perfecta para visitar la fortaleza. Con el color del otoño.
El castillo está ubicado sobre un cerro desde el que domina los valles de los ríos Ucero y Chico en un entorno natural excepcional. La construcción se inició durante el siglo XIII, aunque sufrió posteriores remodelaciones. Con tres recintos amurallados, conserva también en su interior los restos de una iglesia románica. Actualmente se encuentran en ruinas bastantes zonas del castillo.