La DO Arlanza cuenta con cuatro bodegas -dentro de la marca de calidad- que elaboran sus vinos en la provincia de Palencia. Basileo Vino de Reyes, Señorío de Valdesneros, Pagos de Negredo Viñedos y Bodega Esteban Araújo han acreditado su buen hacer y la calidad del producto procedente de sus viñedos
La DO Arlanza, que se articula en torno al río, también tiene impronta palentina. Las tierras comprendidas entre la divisoria con la provincia burgalesa y los páramos del Cerrato tienen una larga historia vitivinícola a sus espaldas, tal y como acreditan las bodegas subterráneas de la comarca excavadas entre los siglos XV y XVII.
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En esta línea, la Diputación de Palencia garantiza el desarrollo endógeno del medio rural de la provincia a través de las iniciativas de su programa Alimentos de Palencia (www.alimentosdepalencia.es) y también con las líneas de subvención que convoca cada año. La localidad de Herrera de Valdecañas acogerá el 20 de octubre la celebración de la Fiesta de la Vendimia de la DO. de Arlanza. El evento servirá, además, para impulsar la Ruta del Vino del Arlanza.
Basileo
El viñedo de Basileo se ubica en Herrera de Valdecañas, un pueblo del Cerrato palentino, a unos 3 kilómetros de la desembocadura del río Arlanza en el Arlanzón, en una extensa vega de terrenos sedimentarios, calizos, de margas y arenas. El clima continental, es de un riguroso frío en invierno, con heladas de hasta 12 grados bajo cero, primaveras cálidas y veranos de intenso calor, atenuado en los atardeceres y otoños inicialmente suaves, que se endurecen a partir de noviembre.
En este ambiente, las plantas de vid están sometidas a un frecuente estrés metabólico que obligan a adaptaciones continuas, de manera que los vinos adquieren matices diferenciales.
El viñedo de Basileo tiene una extensión de 10 hectáreas. En Lancha Quebrada todo es tempranillo, excepto 2.500 cepas de merlot plantadas en 7.000 metros. En noviembre las plantas terminan su ciclo vegetativo, se cae toda la hoja y entran en un proceso de aparente muerte. Llegada la primavera, si fueran abandonadas a su suerte brotarían por todas las partes para generar una selva.
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Señorío de Valdesneros
Señorío de Valdesneros es una bodega constituida en 2001, aunque varios años antes el mismo grupo de amigos ya había iniciado la actividad para recuperar el esplendor vitivinícola de la zona. Está ubicada en el municipio de Torquemada, donde dispone de viñedos propios en los pagos de Quiñones, Royo y Eruelo. Con un suelo profundo, pedregoso y ventilado, de manera que el agua drena con facilidad, en Señorío de Valdesneros los viñedos están en espaldera. La producción media es de 3.000 kilos por cada hectárea.
La bodega tiene una capacidad de elaboración de vino de 150.000 kilos de uva en depósitos de acero inoxidable. Además, también dispone de un centenar de barricas bordelesas de roble francés, americano y húngaro.
La vendimia se realiza de forma manual para seleccionar los mejores racimos, que se recogen en cajas con capacidad para 18 kilos de uva para asegurar el buen estado de la uva.
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Bodegas Esteban Araújo
La familia Esteban elaboraba y comercializaba sus vinos en la misma bodega subterránea de Torquemada, construida en los siglos XV y XVI, ya en 1825. Con el arranque de los viñedos y la concentración parcelaria cesó la actividad en 1975, para reiniciarla en 2005 con la marca Bodega Esteban Araújo, SL.
La bodega cueva, de la que se tiene constancia en el municipio desde 1800, conserva la magia y el sabor de los tiempos pretéritos. El viejo lagar es la nave de fermentación donde aún se conserva la viga, la piedra y el huso. La bodega realiza una elaboración tradicional, mediante prácticas enológicas adecuadas para alcanzar la calidad de El Monjio. La selección de las uvas, fermentación a baja temperatura (a ocho metros de profundidad) marcan la personalidad del vino.
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Pagos de Negredo
La familia Primo Cavía, de once hermanos y natural de Palencia, adquiere en 1997 22 hectáreas de la Dehesa de Negredo (en el municipio de Palenzuela) con el fin de recuperar la tradición de un viñedo centenario, que consiguió en el siglo XIX importantes premios internacionales.
Las viñas con las que se elabora este vino, 100% uva tinto fino en espaldera, están situadas a una altitud de 740 metros sobre el valle de Arlanza, y protegidas por encinas de más de 100 años de vida, algo excepcional que hace que Pagos de Negredo pueda ser calificado como un vino de ‘château’.
El viñedo, ya conocido como Château Negredo en el siglo XIX, fue uno de los más importantes protagonistas de la historia vitivinícola de Castilla y León por su inmejorable situación geográfica y su gran capacidad de crear vinos de éxito.
La antigüedad y mineralidad de sus suelos calcáreos y el clima característico de la zona de Arlanza palentina (inviernos fríos y secos y primaveras cortas) confieren a los vinos de Pagos de Negredo rasgos diferenciadores, que están alejados de los cánones más conocidos de la uva tinto fino del resto de denominaciones de origen existentes.
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