Hace diez años que Félix Solís Avantis adquirió las instalaciones de Viña Bajoz en Morales de Toro. En esta década ha modernizado las instalaciones y sigue transformando la uva de los antiguos cooperativistas. 2,25 millones de botellas de esta bodega emblemática llegan anualmente a los lineales de Mercadona, que ha llevado la cultura de la DO Toro a todos los rincones de España
Ricardo Ortega
La última década ha permitido a la bodega Pagos del Rey, en Morales de Toro, conquistar la primera posición de la DO en producción de vino. Son los diez años transcurridos desde que el grupo Félix Solís Avantis adquirió las instalaciones de la cooperativa Virgen de las Viñas, conocida como Viña Bajoz. Un periodo en el que se han construido nuevas instalaciones y se ha empleado tecnología puntera para seguir elaborando a partir de la misma uva: la de 250 viticultores que en su mayoría fueron socios de la cooperativa.
Bajoz sigue siendo una de las marcas emblemáticas de la bodega, que además está llevando el nombre de la DO Toro hasta el último rincón de España gracias a la marca Conquero, cuyas tres referencias (joven, roble y un celebrado Gran Conquero) suman 2,25 millones de botellas anuales en los lineales de Mercadona.
Esta cadena de distribución, que supone el 25% del sector en España, ha ofrecido el vino del grupo desde sus comienzos, aunque el elaborado en Morales de Toro se incorporó a sus estantes hace dos años. La relación entre los dos gigantes siempre ha sido fluida, con capacidad de entendimiento y voluntad de ir solucionando las incidencias que se han ido planteando.
“Lo cierto es que con el tiempo ambos hemos ido aprendiendo, con un resultado muy positivo”, destaca Antolín González, director técnico de Félix Solís Avantis y probablemente una de las personas que mejor conocen la tempranillo en España.
No en vano se las tiene que ver con sus diferentes manifestaciones: cencibel en Valdepeñas y La Mancha, tinta del país en la Ribera, tempranillo en La Rioja y tinta de Toro aquí. Como tal, ha sido uno de los actores en la evolución del vino de Toro, denso y áspero en tiempos de nuestros abuelos y hoy “mucho más amable”. “En esta zona es normal que el vino tenga un grado alto, pero si lo pulimos algo no estaremos descartando a una parte importante del público”, destaca.
Llamar la atención del consumidor
Ese planteamiento coincide con el de Mercadona, cuyos requerimientos hacia el proveedor no se detienen en la elaboración. Virginia Solís, coordinadora de Packaging y responsable de Marketing para los canales de Alimentación y Horeca, destaca que en la cadena de alimentación “son muy exigentes en cuanto al diseño, porque en el lineal la botella debe quedar atractiva, llamar la atención del consumidor. Eso es algo que compartimos”.
La apuesta de Félix Solís Avantis por la DO incluye desde 2014 el Museo del Vino, por el que ya han pasado 50.000 personas y que responde a una nueva concepción del marketing “según la cual se decide devolver a la sociedad una parte de lo que el grupo ha recibido”.
Así lo señala su director, Rodrigo Burgos, que defiende la decisión de “abrir las puertas de nuestra casa para que la gente conociera nuestra filosofía de forma didáctica y lúdica”. ¿Por qué un museo y no otro tipo de reclamos de enoturismo? Para Burgos, “porque esta es una empresa familiar, que llega a todos los mercados y que se dirige a todos los públicos, como hace el propio museo, con contenidos para público familiar, para iniciados, para expertos…”.
En el museo se muestra el proceso de elaboración, pero sobre todo se contextualiza la zona de Toro y se analiza la historia del vino. Su papel en la economía y la sociedad desde sus orígenes conocidos, en la Armenia de hace 8.000 años. También pone en valor la moderna sala de barricas y la sala de depósitos de hormigón de la antigua cooperativa, a la que integra en una dotación diseñada desde la museología moderna. Esos depósitos están presentes a lo largo de todo el recorrido hasta llegar a la tienda, que es el final natural de cualquier visita enoturística y donde se pueden adquirir todas las elaboraciones del grupo.
El Museo del Vino permite conocer la trayectoria de este proyecto familiar, que está presente en más de 120 países. Hoy pertenece a cuatro de los hermanos Solís (Félix, Manuel, Pedro y Juan Antonio), pero merece la pena acercarse hasta Morales de Toro para ver cómo algo así nació en Valdepeñas allá por 1952….
