experta en turismo
A las murallas siempre las envuelve ese misterio que nos hace querer descubrir las historias y secretos que protegen en su interior. Contemplarlas desde el exterior hace soñar, imaginando las mil y una historias de las que han sido testigos a lo largo de los años.
Subirse a la más alta almena para recrear aquellos tiempos en los que la artillería apuntaba a lo lejos a quienes pretendían invadir alguno de los pueblos y ciudades amurallados que podemos encontrar en siete de las nueve provincias de Castilla y León.
Por muchas y variadas razones, elegimos Ávila para una escapada rápida pero sin prisa. No sin razón esta ciudad ha sido declarada Patrimonio Mundial por la Unesco, y en su muralla encontramos el recinto amurallado urbano mejor conservado del mundo.
Para sentirnos protegidos elegimos un hotel intramuros, porque hay que empaparse de la vida de esta ciudad que respira historia en cada esquina.
En nuestra búsqueda del fin de semana perfecto esta vez, además del hotel, nos llama la atención un restaurante en el exterior del conjunto monumental. Dudamos para decidir si va a ser comida o cena el momento en el que disfrutaremos de las vistas panorámicas sobre parte de los 2.516 metros que conforman la afamada muralla.
“En la ciudad encontramos el recinto amurallado urbano mejor conservado del mundo”
La Casa del Presidente fue el retiro de verano que mandó construir Adolfo Suárez al abrigo de la muralla de Ávila. Una casa solariega frente al Monasterio de Santa Teresa, que integra parte de la muralla en un conjunto convertido en hotel con todo lujo de detalles y comodidades.
Imposible resistirse a esta propuesta, que cuenta y te hace partícipe de la historia reciente de España, esa que todavía recordamos. El conjunto tiene esa aura de interés que da una casa construida en los años 70 y que vio pasar por su puerta, entrando y saliendo, a las personas que marcaron el pulso político de la época de la transición en España.
Hay lugares que te atrapan. Sentarte para hacer el ‘check in’ en el comentado despacho donde tuvieron lugar reuniones de un calado político e histórico transcendental hace que un trámite deje de ser un trámite y se convierta en el inicio de la experiencia que vamos a vivir durante nuestra estancia.
El recorrido hasta la habitación está lleno de ‘qué era y qué es’: la sala de desayunos, el restaurante, las múltiples salas decoradas con gusto y miles de detalles, el jardín en el que es protagonista la piscina, que tiene como vista privilegiada parte de la muralla.
Cuando hablamos de lujo hablamos de calidad y de servicio, en La Casa del Presidente el lujo es una sensación que te envuelve hasta invadirte.
Un vistazo a la carta nos hace elegir el restaurante del hotel para una de nuestras cenas. Todo un acierto que combina la frescura en la propuesta con el toque justo de elaboración para unos ingredientes de calidad… perfecto para completar la perfección del conjunto.
Y con Ávila a nuestros pies salimos del hotel para descubrir parte del maravilloso patrimonio que atesora esta ciudad: la catedral de Ávila, el Palacio de los Verdugo, el Palacio de los Superunda, en el que puede admirarse parte de la obra del pintor Guido Caprotti.
No podemos dejar de visitar la iglesia y convento de Santa Teresa, casa natal de la Santa… y rodeados de historia echamos mano de la tecnología descargándonos la app Ávila Turismo porque la oferta es múltiple, variada y para todos los gustos.
Un café en una de las maravillosas plazas nos sirve de descanso necesario, y nos da tiempo para reorganizar la continuación de nuestra visita móvil en mano.
Después de toda la mañana, es el momento de la comida. No hemos podido resistirnos a elegir el restaurante El Almacén, por las vistas, y porque es el restaurante más reputado de la ciudad.
Una cocina de las que no se olvidan, platos de los que te quieres llevar la receta, aunque creas que es atrevido pedirla en un restaurante, y una carta de vinos que hace girar los ojos y pedir consejo con la seguridad de que la sugerencia completará una comida redonda.
Tiempo de poco porque hay mucho; Ávila vale escapadas infinitas porque nunca acabaremos de conocer todos sus rincones… o puede ser que sí… Tenemos que salir más.
Descubrir el destino, descubrir el hotel… Descubrir un hotel, descubrir un destino… Descubrir Castilla y León.
