Argi entrevista al secretario del Ayuntamiento de Palencia, Carlos Aizpuru, y a Jesús Nieto, secretario de los ayuntamientos de Castrejón de Trabancos y Torrecilla de la Orden (Valladolid)
Descienden de los escribanos de concejo y su figura nació tras la Constitución de Cádiz. Hoy, los secretarios de los ayuntamientos son claves en el futuro inmediato de los municipios. No tienen la visibilidad de un alcalde, pues apenas aparecen en los medios de comunicación, pero su papel es fundamental en el día a día de un ayuntamiento. Son el motor de esta institución local, asesores jurídicos y un respaldo para el primer edil. Contrastamos los criterios de dos secretarios de ayuntamiento, desde la visión de un municipio de apenas 300 habitantes y otro de 84.000.
¿Por qué eligió ser secretario de ayuntamiento?
Carlos. Por casualidad. Se convocaron oposiciones con muchas plazas y aparqué ejercer la abogacía.
Jesús. Me influyó una vecina de mi pueblo que estaba haciendo oposiciones a secretaria.
Esta profesión, ¿es vocacional?
C. Me gustaba el derecho público y el urbanismo, aunque la administración local no me agradaba tanto. Tanto en las oposiciones, como después al ejercer, descubrí que la vocación es fundamental. Ahora estoy enamorado de mi trabajo.
J. Tiene mucho de vocacional. Además, a mi me gusta la vida del pueblo; por eso decidí trabajar en esto, donde es imprescindible amar la vida rural, pues dependemos de 
los vecinos y ellos de nosotros.
¿Qué es lo que más le gusta de su trabajo?
C. La relación directa con los vecinos aunque aquí, como es un ayuntamiento grande, hago más trabajo jurídico y de asesoramiento a la corporación.
J. La cercanía con los vecinos. Es la primera administración a la que consultan cualquier problema.
¿Y lo que menos?
C. La relación con el personal. Hay muchos trabajadores y funcionarios.
J. La soledad a la hora de tomar decisiones.
«Me gusta la vida del pueblo, por eso decidí trabajar en esto», Jesús Nieto
¿Cómo define el trabajo de un secretario municipal?
C. Es como un director gerente de una empresa. Somos el centro de la administración municipal. El político tiene ideas, pero luego necesita medios. Esos m
edios
económicos, personales y técnicos dependen del secretario.
J. Somos asesores, aunque también nos encargamos de la intervención. En pueblos pequeños ejercemos una labor de asesoría de tipo fiscal y jurídica a los vecinos.
¿Manda más el alcalde o el secretario?
C. La función política es tarea del alcalde. Nosotros nos ocupamos de la gestión administrativa.
J. Las cuestiones administrativas elevan al secretario, pero los vecinos ven al alcalde como una figura más cercana.
¿Cómo es su relación con su alcalde?
C. Siempre buena, sea quien sea. De otro modo, las cosas no funcionan.
J. Muy buena. Los alcaldes valoran que te preocupes por las tareas municipales, y eso ayuda.
¿Le gustaría ser alcalde?
C. No. Es muy dura la presión a la que está sometido un alcalde.
J. Nunca. Es una labor grat
uita que no está muy valorada.
¿Dedicación parcial o en exclusiva para un alcalde?
C. En ayuntamientos grandes es imprescindible la dedicación exclusiva del alcalde, pero también de algunos concejales.
J. En los municipios pequeños, una dedicación parcial es suficiente.
«Los pequeños son inviables desde hace mucho tiempo», Carlos Aizpuru
¿Hasta dónde llega su tarea de secretario?
C. En municipios de gran tamaño, el secretario tiene menos contacto con los vecinos, pues se cuenta con una estructura de oficinas de información y los servicios están articulados. Cuando hay vocación, la jornada es de 24 horas; muchas veces no sabes cuándo saldrás de un pleno.
J. El contacto con los vecinos es directo y permanente. Somos su punto de apoyo. Menos de cura y confesor, hago de todo. Los emprendedores se quejan de la lentitud municipal en la concesión de licencias…
C. Es una crítica infundada. Existe silencio positivo, pues al no contestar, se entiende que está concedida. Por otra parte, las licencias de apertura no solo dependen del ayuntamiento, pues entran en juego otras administraciones. Otra cosa son las obras que necesitan licencia urbanística.
J. Solucionamos al momento lo cotidiano, pero al carecer de arquitecto municipal dependemos de la Diputación, donde va el expediente que puede tardar un año, pues hay que dictar informes a distintas administraciones.
¿Participa en los plenos del ayuntamiento?
C. Sí, aunque tengo delegadas las comisiones. Me ocupo de la junta de gobierno y del pleno.
J. En municipios pequeños, como los concejales apenas conocen la vida municipal, nos toca intervenir más de lo que deberíamos, pues asesoramos y levantamos acta, pero prácticamente dirigimos los plenos.
¿Cómo ve el futuro de los ayuntamientos?
C. El territorio se divide en municipios, comunidades y Estado. Todos tienen competencias, pero el municipio pequeño tiene problemas técnicos y de personal. A pesar de su arraigo social, los pequeños son inviables desde hace mucho tiempo. Se derrochan recursos y habrá que llegar a la agrupación de municipios, como en otros países.
J. El actual ordenamiento del territorio es insostenible. 2.000 municipios no pueden tener sus propias funciones. Me inclino por las juntas de distritos, pero me pregunto cómo va a quedar la figura del secretario y cómo afectará la secretaría de intervención al servicio de los pueblos pequeños.
«En cinco años, el papel del secretario será el mismo», Carlos Aizpuru
¿Qué competencia municipal es intocable?
C. El urbanismo, pero la experiencia demuestra que cuando la decisión está fuera del municipio, es más ágil. No se puede acabar con la autonomía municipal, pero cuando una decisión municipal genera presiones en un pueblo, la competencia debería tomarla otra administración para evitar conflictos. En cinco años, el papel del secretario será el mismo. Sería difícil sustituirnos.
J. Respetando la independencia de los municipios, habrá que concentrar y mancomunar en los de mayor entidad. Intocable, nada: desaparecieron los médicos rurales, se crearon los centros de salud y lo hemos asimilado. Siento que algún día el secretario no aporte cercanía y confianza. En cinco años no seremos funcionarios ‘para todo’, pues estaremos agrupados en una gran población y quienes perderán serán los vecinos, sin asesoramiento gratuito a la puerta de casa.
¿Qué opina del resto de las administraciones?¿Eliminaría alguna?
C. En Palencia la relación es diferente. Mancomunidad y Diputación están más cerca del municipio pequeño. Se han creado excesivas administraciones y no hay recursos para mantenerlas. Hay mucha descentralización. Si tuviera que elegir, me quedaría con Estado y municipio.
J. Mantenemos buena relación con la Diputación, por su respaldo en legislación y asesoramiento. Hay demasiadas administraciones. Habría que concentrar competencias. En ocasiones, la Delegación Territorial y la Diputación se solapan.
«El gasto en festejos es excesivo», Jesús Nieto
¿Qué es el municipalismo para usted?
C. Autonomía, pero con suficiencia financiera. El municipio necesita medios económicos, técnicos y personales. Lo más importante es el municipio. Los proyectos se hacen con ayuda estatal y, por supuesto, las grandes infraestructuras. Las diputaciones ayudan a los pequeños con planes provinciales, pero el dinero llega del Estado. La crisis y las nuevas tecnologías nos encaminan a limitar estancias intermedias.
J. La idea del municipalismo está cambiando y la idea del municipio rural tiene que progresar: nuevas tecnologías, modernidad y que sirva para dar servicios y comunicarse con el exterior.
¿Qué gastos eliminaría de los ayuntamientos?
C. Todos los suntuarios: festejos, fiestas… otra cosa son las programaciones culturales.
J. El gasto en festejos es excesivo. Se derrocha en dos días. Hay que reducirlo a la mínima expresión.
La situación más difícil a la que se ha enfrentado…
C. He visto cómo algunos compañeros han tenido amenazas y problemas muy graves por negar una licencia, por ejemplo.
J. Tener que demostrar la inviabilidad de una residenciade ancianos, pues superaba con creces los gastos del ayuntamiento.
