Ricardo Ortega
Más de 9.000 personas podían tomar asiento en el teatro de la ciudad de Clunia Sulpicia cuando Roma era todavía un imperio. Esta infraestructura cultural es, por tanto, la de mayor dimensión de toda la provincia de Hispania. El visitante a Clunia tiene la oportunidad de visitar los restos de la colonia, en una actividad a medio camino entre el senderismo y la ruta cultural.
Hará bien en detenerse ante las termas romanas, tan importantes para la vida social de los descendientes de Rómulo y Remo, y en analizar los restos de las viviendas patricias; mucho se puede aprender de la disposición de sus estancias y de sus bien conservados mosaicos.
Pero será al visitar el teatro, excavado aprovechando la pendiente natural del cerro, cuando tome conciencia de la importancia que tuvo esta urbe. También será una lección sobre el modo en que construían los romanos, puesto que el teatro conserva la sonoridad de antaño; de ahí que su programación cultural sea extensa a lo largo del año.