Lucía López
La Consejería de Cultura y Turismo quiere proteger las manifestaciones y rituales festivos que se celebran en pequeñas comunidades rurales de Castilla y León
El Boletín Oficial de Castilla y León ha publicado el comienzo del procedimiento para declarar Bien de Interés Cultural inmaterial las Mascaradas de la Comunidad. La transmisión oral, las acciones que se representan, los personajes que intervienen, la indumentaria y objetos utilizados entre otros, convierten a las Mascaradas en manifestaciones culturales de alto valor patrimonial.
Con la denominación de Mascaradas en Castilla y León, se agrupan diversas y complejas manifestaciones festivas que se celebran en pequeñas comunidades rurales de Castilla y León. En ellas, la máscara es el elemento definidor del personaje ritual, que interviene e interactúa con el entorno en diversas representaciones de carácter teatral.
Estas manifestaciones se desarrollan en las provincias de Ávila, Burgos, León, Palencia, Soria y Zamora, además de otros lugares de la península y países europeos. La celebración se realiza en las plazas y calles de la localidad desde donde se incorporan otros personajes a la historia. Las mascaradas se celebran en distintas épocas: Mascaradas de invierno; Mascaradas de Carnaval; Mascaradas de La Pascua de Resurrección; entre otras, además de otras mascaradas sin fecha fija que están vinculadas a distintos rituales.
Descripción de las mascaradas
Las mascaradas son celebraciones festivas en las que se concentran una gran cantidad de significados y elementos simbólicos tanto de carácter inmaterial como material. Para estos pueblos, supone un motivo de hermanamiento y celebración en el que se trabajan valores como la tolerancia y la armonía.
El significado simbólico está vinculado con la variedad de objetos que se utilizan para expresar una idea o una emoción. La máscara receptora del espíritu y energía de los antepasados es el elemento indispensable de estas celebraciones. Detrás de la máscara, la persona desaparece y se transforma para relacionarse con la divinidad. Además del rostro, la indumentaria es especial ya que incorpora cencerros, matracas o campanillas. En las mascaradas intervienen diferentes personajes malignos, que suelen tener una pareja femenina e ir acompañados de personajes secundarios. Todos estos elementos están ligados con el entorno y se han interpretado como elementos propiciadores de la fertilidad o purificadores.