La nueva edición de Las Edades, que se celebra en Toro hasta noviembre, expone 130 obras relacionadas con el agua procedentes de España y Portugal. La muestra vuelve a contar con piezas de autores contemporáneos e incluye una mirada antropológica que abarca desde el periodo clásico hasta la actualidad
El agua ha sido desde siempre un elemento fundamental para la vida, y por esa razón ha desempeñado un papel esencial en todas las sociedades humanas. La actual edición de Las Edades del Hombre, que se desarrolla en Toro hasta noviembre, analiza esa importancia desde el punto vista antropológico y religioso, con un repaso a su función social y a las representaciones religiosas que se han hecho de ella, dentro y fuera del cristianismo.
La localidad zamorana acoge la 21 edición de la muestra de arte religioso, que no había pisado la provincia desde 2001, cuando tuvo lugar Remembranza en Zamora capital, y las razones que han llevado a organizar aquí esta muestra son las mismas que descubrirá el visitante: la ubicación de la localidad en un mirador sobre el Duero, el vino, el patrimonio y, de forma singular, el carácter de abanderada del denominado románico del Duero.
Desde la Fundación Las Edades del Hombre se recuerda que, con la excepción de la edición ‘Teresa de Jesús, maestra de oración’ (2015), el último ciclo expositivo ha utilizado siempre la lengua latina para dar nombre a sus muestras: Passio (Medina del Campo y Medina de Rioseco, 2011), Monacatus (Oña, 2012) Credo (Arévalo, 2013), y Eucharistia (Aranda de Duero, 2014). Siguiendo por esta línea, para Toro 2016 se ha optado por ‘Aqva’ como título.
La actual edición de Las Edades supone una invitación a recorrer todo el casco histórico de Toro, con un itinerario que se inicia en el alcázar (habilitado como centro de recepción de visitantes) y dos sedes de la exposición: la Colegiata de Santa María la Mayor, que acoge los cuatro primeros capítulos, y la iglesia del Santo Sepulcro, con los dos últimos. Además, y de forma pionera, la organización sugiere un recorrido por otros edificios de la localidad que merecen ser conocidos y visitados.
Tanto la colegiata como la iglesia del Santo Sepulcro son dos templos emblemáticos de Toro, en lo religioso y en lo histórico-artístico. La Colegiata de Santa María la Mayor es la joya arquitectónica de Toro. Comenzó a construirse en 1160 bajo el reinado de Alfonso XIII y se terminó ya en siglo XIII. Su conjunción de estilos románico y gótico y sus formas evocan los trazos de la catedral vieja de Salamanca o de la de Zamora.
Entre sus muchos detalles destacan los Ancianos del Apocalipsis, esculpidos en las arquivoltas de la portada norte y lo que tradicionalmente ha sido el símbolo de la colegiata junto con el cimborrio: la poco común portada policromada de La Majestad, hoy ya en el interior después de las ampliaciones realizadas.
La iglesia del Santo Sepulcro se encuentra en la Plaza Mayor toresana, con un estilo románico mudéjar y levantada en el siglo XIII por la Orden de los Caballeros del Santo Sepulcro. Más tarde pasó a depender de la Orden de San Juan de Jerusalén Caballeros de Malta y guarda reminiscencias del gótico mudéjar.
Cuidada selección
Esta muestra de Las Edades del Hombre se nutre de 130 obras cuidadosamente seleccionadas pertenecientes al patrimonio histórico-artístico español, fundamentalmente del castellanoleonés. Así, ‘Aqva’ muestra pinturas, tallas, esculturas y elementos religiosos propiedad de diócesis, museos, colecciones particulares, galerías e instituciones.
Con el doble objetivo de que luzcan con todo su esplendor para la exposición y de ser recuperadas para su conservación en sus lugares de origen, un alto porcentaje serán intervenidas en los talleres de restauración que la Fundación Las Edades del Hombre tiene en su sede del monasterio de Santa María de Valbuena, en San Bernardo (Valladolid), y que son referencia para la recuperación del arte en nuestro país.
Entre las piezas que forman parte de la muestra se encuentran firmas de la categoría de Pedro Berruguete, Francisco de Zurbarán, Juan de Juni, Gregorio Fernández o Salvador Carmona. La fundación también ha decidido que exista una presencia significativa de artistas contemporáneos, entre los que puede citarse a Antonio López o Carmen Laffón.
Una ruta por el casco antiguo
La visita a la propia exposición se puede complementar con el recorrido por otros templos destacados de Toro, repartidos por su casco antiguo, a los que se ha dotado de un nuevo contenido que se nutre del rico patrimonio de la ciudad.
Para ello la fundación ha musealizado tres espacios concretos: la iglesia de San Salvador de los Caballeros, la iglesia de San Lorenzo el Real y la iglesia de San Sebastián de los Caballeros.
Además de admirar la belleza arquitectónica que atesora cada uno de estos templos, el visitante puede hacer un recorrido por la historia y el arte de la ciudad a través de una serie de piezas artísticas que comprenden, fundamentalmente, desde el siglo XII hasta el siglo XVIII y que proceden en su gran mayoría de iglesias y ermitas de Toro.
El románico, el gótico, el renacimiento y el barroco, se hacen presentes en esculturas y elementos tallados en piedra y madera que, aunque se presentan descontextualizados, “condensan y transmiten la importancia de esta tierra y de sus gentes, su historia y su modo de vivir y plasmar su fe”, como señalan desde la fundación.
Además, la entidad ha puesto en marcha un programa educativo dirigido a la comunidad escolar, que lleva por nombre ‘Conoce tu patrimonio’. A través de una guía didáctica, realizada con el asesoramiento de educadores y pedagogos, se elabora un relato adaptando visual y literariamente el mensaje de la exposición. Estos cuadernos de actividades se pueden obtener en formato físico en la exposición y descargar en formato digital en www.lasedades.es.