Ricardo Ortega
Castilla y León está en condiciones de afrontar con éxito el verano de 2020. Es la oportunidad que nos brindan los espacios abiertos, la seguridad, la “España vaciada”, como destaca un consejero de Turismo sin pelos en la lengua. Javier Ortega se declara un privilegiado por pilotar el departamento encargado de “vender lo que somos”
Nacido en Valdepeñas y con un extenso currículum a sus espaldas, Javier Ortega Álvarez reconoce que la vinculación de Castilla y León al vino y la literatura siempre le ha hecho sentirse como en casa. Dice que en la consejería está “de paso”, pero el destino ha hecho que se crucen en su camino grandes eventos… y también el reto de la pandemia y la ‘nueva normalidad’.
Cada vez que se produce una crisis siempre hay alguien que habla de oportunidad.
Evidentemente. El hecho de que este verano haya unas condiciones sanitarias que priman la seguridad de las personas, el disfrute de espacios abiertos… nos da pie a difundir lo que llevamos haciendo desde hace tiempo, que es posicionarnos como líderes en turismo rural. Tenemos mimbres para seguir liderando en ese tipo de turismo porque tenemos espacios naturales, patrimonio, enogastronomía… y una España vaciada que en estos momentos podemos convertir en una oportunidad, sin querer estigmatizar el turismo de sol y playa.
¿La crisis les ha pillado a contrapié en su estrategia de internacionalización?
Esa estrategia formaba parte del objetivo de desestacionalizar la demanda, que contaba con diferentes líneas de actuación. Por ejemplo en relación con el turismo Mice, o de reuniones, o aprovechando un recurso como el Duero, que atraviesa cinco provincias antes de adentrarse en Portugal. Un vino, por cierto, que cuenta con el mayor número de vinos premiados.
Otro elemento era el dirigirnos al público europeo, que viene a visitarnos con medios sostenibles, como el tren; o trabajando con el norte de Portugal para ser capaces de aprovechar, en alguna medida, parte de ese flujo de visitantes que recibe el aeropuerto de Oporto, que ronda los doce millones de personas al año.
Después llegó la crisis del nuevo coronavirus y dejó en suspenso ese plan de internacionalización, con menos vuelos, menos viajeros internacionales… No significa que sean planes que abandonamos; significa que este verano nos volcamos con ese otro turismo, el turismo familiar de origen nacional.

¿Cómo esperan llegar a ese público?
Entre otras iniciativas, hemos puesto en marcha una campaña de promoción muy intensa a nivel nacional, incluido ese gran cartel en la Puerta del Sol de Madrid, con el eslogan de ‘Castilla y León inspira’. Nos gusta ese doble sentido de, por un lado, inspirar el aire puro que estábamos deseando después del confinamiento, pero al mismo tiempo inspiración en el sentido de oportunidad para tener experiencias positivas; inspiración como enriquecimiento personal. Eso es lo que nos transmiten las imágenes de las Médulas, de la Montaña Palentina, de Merindades, de Gredos o de la Laguna Negra, en Soria.
También está el sello Turismo de Confianza.
Sí, porque nos permite adaptarnos a las circunstancias. Lo hemos desarrollado poniéndonos de acuerdo con el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, y el sello está visado por el Ministerio de Sanidad. A principios de julio hemos empezado a hacer entrega del distintivo a los establecimientos que lo han solicitado y que se han hecho acreedores de él; en la página web de la consejería hay a disposición de los empresarios formularios que pueden rellenar, siempre dentro de la idea de establecer un procedimiento ágil, de simplificación administrativa: hay que defender al sector empresarial sin que la administración se convierta en un obstáculo.
Parece claro que su consejería no renuncia al objetivo de vender ‘experiencias’.
Los análisis que hacemos nos presentan un público objetivo que viaja en coche, en pareja y muchas veces con hijos, que busca seguridad. Nuestra intención es que, en este verano atípico, estas familias finalicen sus vacaciones con el recuerdo de haber hecho cosas interesantes, de haber vivido experiencias que retendrán en la memoria y que convertirán a esas personas en nuestras mejores embajadoras.
También es una oportunidad para dirigirnos a las nuevas generaciones, que con unas vacaciones de este tipo van a comprender que es posible un verano diferente. Es el momento de las comunidades de interior.

Mala suerte que esta crisis haya tocado en pleno Año Delibes…
Nos ha dado mucha rabia. Habíamos trabajado mucho en esa programación. En mi caso, también como anterior director de la Fundación Miguel Delibes. Para el mes de marzo estaba prevista en la Biblioteca Nacional la exposición ‘Delibes 1920-2010’, que finalmente se celebrará del 17 de septiembre al 15 de noviembre. Posteriormente vendrá a Valladolid. Delibes nos representa a todos y siempre es oportuno traerlo a la memoria, incluso más allá del Año Delibes.
…Aunque el año rico en citas será 2021.
Es un año muy interesante porque en la comisión parlamentaria en la que expusimos nuestro programa de actuación manifestamos nuestro apoyo a esas grandes citas del centenario de la Catedral de Burgos, los 500 años de la derrota de los Comuneros, el Año Jacobeo… El Camino de Santiago involucra a tres provincias diferentes, lo cual me parece algo destacable. También el hecho de que el tramo de Castilla y León es el más largo, pero también el menos recorrido por los peregrinos. Por eso estamos buscando alternativas para revitalizarlo. Ahí radica la causa de una edición de Las Edades del Hombre con tres sedes, tres localidades jacobeas de otras tantas provincias: las de Burgos, Carrión y Sahagún
Queremos reforzar esa experiencia vital, espiritual, artística… y que el viajero o el peregrino se conviertan en los embajadores de aquello que visiten. Si les ofrecemos un servicio de calidad, y mimbres tenemos para ello, tendrán una experiencia maravillosa y se convertirán en nuestra mejor tarjeta de presentación.

Intur será una buena ocasión para analizarlo.
Se trata de una de las mejores ferias de turismo de España y estamos trabajando junto a diputaciones, patronatos de turismo y otras entidades para readaptarla. Va a ser de las primeras ferias presenciales de las que se van a celebrar en esta nueva época y pretendemos que sea una referencia. Queremos que sea una cita enfocada a lo que históricamente ha sido una feria: un lugar de encuentro entre profesionales, con una visión de negocio. Porque las administraciones deben ayudar, pero no protagonizar: los protagonistas son los profesionales.
Parece que la palabra ‘cultura’ siempre se asocia a los recortes.
Hemos puesto negro sobre blanco algo que se dice muchas veces, pero que no siempre se cumple. Los cuatro pilares de esta consejería (Cultura, Turismo, Patrimonio y Deportes) son estratégicos de verdad. Por eso aprobamos un amplio paquete de medidas para adaptarse a la situación, lo que no es cosa menor si tenemos en cuenta lo que siempre ha sucedido con la cultura. Son sectores que generan riqueza y crean empleo, y además en el medio rural. Esa es la apuesta de este consejero, que mantiene dentro y fuera del Consejo de Gobierno.