El proyecto “Palomares de Palencia” es el resultado de la colaboración institucional entre la Diputación Provincial de Palencia y el Colegio Oficial de Arquitectos de León, en su delegación de Palencia, con el objetivo de difundir y proteger el patrimonio arquitectónico de la Provincia de Palencia.
El proyecto inicia su andadura en el año 2018, en el que se fijan las bases para la documentación y caracterización de esta arquitectura, que incluye un punto de vista paisajístico. Los palomares configuran una seña de identidad reconocible de todo el territorio de la provincia, al que adaptan sus características constructivas en la elección de materiales disponibles y tipologías, desde la zona de Tierra de Campos y el Cerrato hasta los pies de la Montaña palentina. Según el profesor, Manuel Malmierca, quien ha realizado una gran labor de inventario de palomares, se contabilizan casi 950 en toda la provincia de Palencia.
El objetivo del programa “Palomares de Palencia” es el desarrollo de un conjunto de medidas de protección de esta arquitectura de tierra, para lo cual se hace necesario en primer lugar definir un método actuación, de trabajo que sistematice la documentación y caracterización de estas construcciones, de cara a poder desarrollar unas medidas de protección efectivas que pudieran ponerse en marcha desde las propias instituciones, como así ha sido con la convocatoria de ayudas que la Diputación de Palencia realiza cada año con este fin.
Otros objetivos paralelos que se suman a la protección de esta arquitectura son la activación de los municipios o comunidades en los que se ubica, de modo que pueda generarse un sentimiento identitario o de pertenencia comunitario, que pueda ser la semilla generadora de actividades futuras y propias para la protección de este patrimonio. Esta arquitectura configura un catálogo de soluciones sostenibles a uno de los mayores retos de la arquitectura contemporánea, que es la descarbonización.
Esta activación pasa por la divulgación de la propia existencia de esta arquitectura, no sólo hacia el exterior sino también entre los propios habitantes de los municipios, pues el desconocimiento es el primer paso para el abandono más allá de los cambios sociales que producen la pérdida de la función original de los edificios, mostrando como entender todo este patrimonio como un sistema o conjunto territorial, que lo arma de un valor.
Por esto el Proyecto se concibe como un proceso abierto, al que se suman nuevas rutas, en un proceso continuo de documentación y activación, mediante presentaciones públicas, encuentros, visitas y exposiciones, que parten de los avances que se presentan anualmente en los encuentros “Terra Ibérica” que se desarrollan en octubre, en los que se enlaza este patrimonio con las intervenciones más innovadoras y contemporáneas en el uso de la tierra, fomentando la parte más importante que es dar a conocer, recorrer y tocar esta arquitectura ligada a su territorio.
PRIMERAS RUTAS DOCUMENTADAS
Las primeras rutas documentadas han sido la de Tierra de Campos (este y oeste), que alcanzan a una primera selección de 9 municipios, cuyos palomares pudieran entenderse como un conjunto relevante, monumental e identificador, con especial valor en clave paisajística y definidor del skyline del pueblo, cuya desaparición supondría una pérdida irreparable de identidad del propio municipio y del territorio. Los municipios son: Villamartín de Campos, Pedraza de Campos, Torremormojón, Capillas, Guaza de Campos y Frechilla en la ruta Este (67 palomares de gran envergadura) y Támara de Campos, Astudillo y Santoyo en la ruta oeste (51 palomares de tipologías variadas muchos singulares)
Después, en el año 2019, con la colaboración también de la Consejería de Cultura de la Junta de Castilla y León se documentan los Palomares en los municipios del Camino de Santiago Francés (78) en Boadilla del Camino, Fromista, Población de Campos, Revenga de Campos, Villarmentero de Campos, Villalcazar de Sirga, Carrión de los Condes, Quintanilla de la Cueza, Ledigos, Terradillos de los Templarios y San Nicolás del Real Camino.
