La popularmente conocida como villa del Caballero abre sus puertas a los viajeros para invitarles a descubrir su historia, que también es la de la vieja Castilla, y les anima a pasear por sus calles y plazas, y a visitar sus museos, la huella de su importante riqueza cultural. Olmedo lo tiene todo. El visitante que elige la provincia de Valladolid debe hacer una parada en esta villa, cuya arquitectura mudéjar se adueña de buena parte de su patrimonio.
Una forma de mantener vivo este estilo arquitectónico, tan característico de Castilla y León, es a través de su Parque Temático del Mudéjar, creado hace ya dos décadas. Cuenta con más de una veintena de réplicas a escala de importantes monumentos de la región y entre ellos la iglesia de san Andrés de Olmedo y su iglesia de san Miguel, del siglo XIII, donde se instala, además, la cripta de la Virgen de la Soterraña, patrona de la villa.
Desde el templo de san Miguel, el viajero puede recorrer Olmedo caminando junto a su muralla, del siglo XI, y conocer así los históricos edificios de la villa de los siete sietes, como fue llamada siglos atrás. Poseía siete plazas, siete iglesias, siete conventos, siete puertas de entrada, siete casas nobles, siete fuentes y siete pueblos en su alfoz.
La muralla, además de guía improvisada por algunas zonas de la localidad, sirve también como parte del escenario principal de dos de las principales citas culturales de la localidad: Olmedo Clásico y Circolmedo.
La primera de ellas se ha convertido en uno de los festivales de teatro clásico más importantes del panorama no solo regional, sino también nacional. Desde hace doce años acerca cada mes de julio a Olmedo las obras de los clásicos, auténticas joyas del Siglo de Oro. Versiones adaptadas por directores de renombre y nuevas promesas teatrales que presentan sus obras en la popular corrala del Palacio del Caballero. Este espacio museístico único sirve de homenaje al genial Lope de Vega, a sus obras y, cómo no, a su tragicomedia ‘El caballero de Olmedo’. El mejor regalo que esta villa ha podido tener.
Además, cada mes de agosto los olmedanos dan vida a don Alonso, doña Inés o la alcahueta Fabia, recordando la obra lopesca y una seguidilla popular cuyo comienzo tienen más que aprendido sus vecinos… Que de noche le mataron; al Caballero; la gala de Medina; la flor de Olmedo.
En la villa del Caballero se respira arte, puro teatro y cultura, pero también la magia del circo. Desde hace una década Olmedo hace disfrutar cada mes de mayo a miles de espectadores, pequeños y mayores, de la ilusión de las artes circenses a través de acrobacias imposibles, sorprendentes malabares y espectáculos que devuelven la ilusión. Es Circolmedo.
Todo aquel viajero que descubre Olmedo repite, y lo hace atraído tanto por sus eventos como por su legado histórico, que invita a regresar a la vieja Castilla.