La temperatura no termina de levantar en esta extraña primavera de 2020, de modo que sigue haciendo apetecible sentarse ante un plato de lentejas. Con esta opción fácil y nutritiva estaremos haciendo un gran favor a nuestra salud, tan amenazada en tiempos de cuarentena.
Estamos ante un clásico ‘de cuchara’ que apetece, y que nos ayudará a cuidarnos.
Contienen proteínas vegetales, muy interesantes para nuestro organismo. No hay que perder de vista que los expertos recomiendan tomar legumbres de dos a tres veces por semana. Además, para quienes sigan dietas vegetarianas o veganas ese consumo debería ser de cinco veces por semana.
Una dieta con consumo frecuente de lentejas mejora los niveles de hierro en la sangre, contribuyendo a la prevención de anemia.
También cabe destacar su abundancia de selenio y zinc, además de los antioxidantes que nos aportan. Son ricas en vitaminas, sobre todo del grupo B, calcio y magnesio.
Unos consejos…
Las lentejas son muy versátiles, permitiendo elaborar digestivos purés, suculentas recetas con chorizo o jamón, o acompañarlas de verdura; cada receta hará de ellas un manjar saludable de temporada.
Para mantener sus propiedades durante más tiempo se recomienda conservarlas en su propio envase, en un ambiente fresco, seco, protegidas de la luz y humedad. Su piel fina facilita su preparación y textura mantecosa características que confieren el mejor sabor.
Por cierto, hay muchas lentejas en el mercado, pero la mejor manera de comprar un producto cercano, de calidad y respetuoso con el entorno es optar por los envases con el corazón amarillo de Tierra de Sabor.
En Castilla y León existen dos variedades de máxima calidad: la IGP Lenteja de la Armuña, cuya producción se sitúa al norte de Salamanca, y la IGP Lenteja de Tierra de Campos, que abarca comarcas de las provincias de León, Valladolid, Palencia y Zamora.
