El nuevo número de la revista ARGI sale a la calle en pleno mes de abril, cuando la cultura gira en torno a la figura del libro y cuando el mundo político y ciudadano de Castilla y León se detiene a hablar de ese elemento difícil de aprehender que son las señas de identidad.
Es una ocasión para detenerse en la lectura y en el paisaje, y por ello esta publicación trata de ofrecer mucho de ambas cosas, aunque su equipo de redacción sea consciente de que no es posible abarcar en 68 páginas todo aquello que se cuece en el mundo del vino, de la gastronomía, del arte o del medio ambiente. Doctores tiene la Iglesia para analizar cuáles son los valores y principios compartidos por los habitantes y territorios de la comunidad autónoma, si bien nuestra convicción señala a esas actividades, en su mayoría vinculadas de forma estrecha al medio rural.
Si de señas de identidad se trata, el sector agroalimentario no solo concita el interés, por no decir el hechizo y la sugestión, de buena parte de la población, sino que es uno de los motores de la economía regional. Buena cuenta de ello se da este mes en dos citas gastronómicas de la importancia del Salón de Gourmets y Alimentaria Barcelona, celebradas en la estela de un importante anuncio: seis años después, la Consejería de Agricultura y Ganadería acierta al retomar los Premios Cincho para elegir a los mejores quesos de España y el mundo, con los que se medirán los elaborados en Castilla y León.
La convocatoria sigue fiel a un objetivo al que ARGI se suma sin dudarlo: el de promover el consumo de lácteos cuando más necesario resulta, ahora que el sector se sitúa en pleno fuego cruzado entre el descenso de la demanda, el veto ruso y el fin del sistema de cuotas para los ganaderos. Como no puede ser de otro modo, los Cincho también persiguen que los consumidores valoren los productos elaborados en la comunidad, así como su calidad, su valor nutritivo y su diferenciación.
La cultura y la identidad tienen, por cierto, mucho que ver con dos focos de atención situados en la provincia de Zamora: el Museo Etnográfico de Castilla y León, en pleno casco histórico de la capital provincial, y la nueva edición de Las Edades del Hombre, que bajo el título de ‘Aqva’ van a otorgar relevancia nacional a la ciudad de Toro, al Románico del Duero y a una comarca vinícola de marcada personalidad. Por eso ARGI se detiene a entrevistar al director del Etnográfico, un Carlos Piñel que anuncia su jubilación para centrarse en su carrera como artista plástico, además de al comisario y guionista de ‘Aqva’, José Ángel Rivera. También se hace eco del homenaje que una bodega tan toresana como Rejadorada rinde -con un vino y una exposición- a la heroína local Antona García.
Existe un dato para sentirse orgulloso: los 156 kilómetros de río que suman las once reservas naturales fluviales con las que cuenta Castilla y León; unos espacios en óptimas condiciones medioambientales cuya conservación nos atañe a todos, y una propuesta turística que no podía faltar en las páginas de ARGI.
