Es un paraíso micológico. En Castilla y León hay más de 2.700 especies catalogadas de hongos silvestres (Martínez-Peña et al. 2011). Nadie puede quejarse de que falte diversidad. La región castellanoleonesa dispone de 4,5 millones de hectáreas productoras, de las que 1,5 millones de hectáreas son montes “de gran aptitud” para la producción de setas “comestibles de alto valor de mercado”, según afirman en Micocyl.
Tampoco faltan cantidad ni calidad. La producción bruta potencial anual de la región se calcula en 31.500 toneladas, de las que tan sólo se aprovecharía el 14%. Así, queda de manifiesto que el potencial micológico de los montes de Castilla y León es ingente.
El ámbito rural tiene aquí un nicho económico para el impulso. Según los datos que maneja también Micocyl, se estima que el sector puede generar en años buenos hasta 65 millones de euros, de los que el 20% son rentas directas a los recolectores por la compraventa de setas, el 40% corresponden a valores añadidos por la industria agroalimentaria, el 39% son valores añadidos por el micoturismo y el 1% restante está integrado por los derechos de propiedad procedentes principalmente del pago de permisos de recolección.
Once acotados, con 468 propietarios forestales, suponían hace cuatro años que la recolección estaba regulada hace cuatro años en cerca de 440.000 hectáreas de la comunidad autónoma castellanoleonesa.
Estudiar el potencial micológico de cada territorio y sus condiciones de desarrollo, aprovechar de forma sostenible los recursos micológicos, posibilitar que los beneficios económicos generados incidan en la propiedad forestal y en la población local, contribuyendo al desarrollo del entorno rural, además de garantizar la seguridad, la calidad y la diferenciación de los productos en todo el proceso de comercialización para el consumo son algunos de los principales objetivos de la regulación.
Al cierre de esta edición -comienzos de octubre- en la web www.micocyl.es estaban disponibles los permisos de recolección para once acotados micológicos (permisos diarios de jornada, temporada y especiales) en once acotados micológicos distribuidos por varias provincias de la región. Para el resto de acotados se realizará una apertura progresiva de la expedición de permisos, que se irá anunciando en la misma web y sus redes sociales.
Cómo recolectar
No se trata de avituallarse de la mayor cantidad posible ni de, luego, alardear ante nadie. En la recolección hay que evitar causar daño al monte, sin dañar suelo ni micelio.
Tampoco debe el recolector estropear las setas que no vaya a recoger.
Para la recolección y el traslado de las setas se deben utilizar cestas o recipientes que permitan la aireación.
No está permitido el uso de bolsas de plástico que impiden la caída de esporas.
Si conlleva el arranque del pie completo de la seta, el terreno deberá quedar en las condiciones originales, rellenando los agujeros producidos con la misma tierra extraída.
Mariconada de seta o similar. Queda prohibido recolectar huevos cerrados de oronja (Amanita caesarea). Los ejemplares de parasol o galamperna (Macrolepiota spp.) deberán recolectarse con el sombrero extendido.
Está prohibida la actividad de compraventa de setas en los montes y caminos forestales.
Para la recolección, todas las personas deben de obtener su correspondiente permiso, excepto menores de catorce años, que deberán ir acompañados de un adulto con permiso. El permiso es personal e intransferible.
Se entenderá que todas las setas que porte el recolector habrán sido recolectadas en los montes objeto de regulación dentro del área de recolección regulada en la que se está realizando la actividad.
Se prohíbe recolectar setas durante la noche: desde la puesta de sol hasta el amanecer. Queda terminantemente prohibido recolectar setas en los días y superficies en los que se esté realizando o preparando una cacería colectiva debidamente autorizada.
Deben respetarse los ejemplares de setas muy pequeños, pues son muy difíciles de identificar y se pueden confundir fácilmente. Respetar los ejemplares envejecidos, pasados o agusanados porque ayudan, por la abundancia de esporas que poseen, a la expansión y fructificaciones futuras.
No recoger setas que crezcan cerca de basureros, carreteras, zonas contaminadas o áreas industriales, ya que pueden contener metales pesados.
Recolecte solo las especies que conozca y la cantidad que vaya a vender o consumir, sin sobrepasar el límite que establezca su permiso.
Se recomienda extremar las precauciones para no perderse. Por ejemplo, recolectar en zonas cercanas a caminos y vías de acceso, hacer uso de algún tipo de mapa de la zona o dispositivo GPS, llevar un teléfono móvil podría ayudarte en caso de emergencia. Es recomendable llevar indumentaria acorde con la estación y de alta visibilidad, al igual que ir acompañado.
No deje mucho tiempo las setas sin cocinar, ya que son productos perecederos y se deben consumir lo antes posible. Los dichos populares sobre comestibilidad de setas que, alguna vez, todos hemos oído, son falsos y carecen de fundamento. Ante la mínima duda no las consuma ya que podrían provocarle, incluso, la muerte.
