Saben los aficionados al cine, a la literatura y al resto de las artes que una obra no se contemplan dos veces de la misma manera. Por mucho que el formato escogido -un bloque de mármol, un rollo de celuloide- esté concebido para no mutar en el tiempo, lo cierto es que el mensaje que el artista encierra en su creación nos llega de un modo distinto cada vez que nos topamos con ella.
El hecho de que la catedral de Palencia o el paisaje de las Médulas nos genere un sentimiento diferente en cada ocasión es, bien mirado, uno de los misterios maravillosos que encierra la naturaleza humana. Porque no es que la memoria nos traicione respecto a las cualidades de lo que contemplamos: es que nosotros mismos cambiamos, de modo que evoluciona sin remedio el reflejo que la escena nos devuelve como un eco.
Castilla y León es el marco espacial escogido por un grupo de profesionales que puso en marcha la revista Argi hace más de once años. Desde entonces la publicación nunca ha faltado a su cita con el lector, con el viajero, con el amante del vino o la gastronomía, y siempre ha acudido puntual con la misma sonrisa que un niño cuando descubre un baúl lleno de tesoros en casa de los abuelos.
A partir de esa caja de sorpresas hemos llenado las páginas de la publicación y siempre nos ha faltado sitio para seguir contando historias, descubriendo rincones y personajes. Dejando para el mes siguiente el reportaje que nos gustaría presentar ya mismo a los lectores.
Esa fuente inagotable de inspiración que es Castilla y León -como lo son sin duda el resto de territorios de nuestro entorno- cambia ahora que se acercan los colores del otoño. Nosotros también hemos cambiado algo en el último año, y por eso resulta apasionante ejercer el periodismo para acercar al lector una selección de lo bueno que sucede en nuestra comunidad autónoma.
Siempre se ha dicho que la belleza está, sobre todo, en el ojo del que mira. Adéntrese pues, lector o lectora, en las páginas de una revista donde le espera una visión subjetiva de lo que sucede en los sectores que nos definen. Confiamos en que su ojo sea generoso con lo que encuentre.
