La Diputación de Segovia reúne en una guía catorce itinerarios para recorrer en bicicleta por los Lugares de Interés Geológico de la provincia. La mayor parte de los 550 kilómetros transita por sendas, pistas y caminos carreteros para disfrutar de la contemplación de la orografía y las rocas del territorio
Contemplar bellos y diferente paisajes es siempre un atractivo estrechamente ligado a los recorridos en bici. Pedalear por vegas y valles para ascender hasta las cumbres, hacer el cordal y después descender de nuevo en busca de las tierras bajas es una fórmula ideal para reconocer en pocos kilómetros lo que a la Tierra le costó millones de años construir. En este sentido, la provincia de Segovia ofrece infinitas posibilidades gracias a su enorme diversidad geológica y a los magníficos espacios de los que dispone para disfrutar de la bicicleta de montaña.
Rocas graníticas, areniscas, calizas, dolomías… El menú que ofrecen los Lugares de Interés Geológico (LIG) segoviano es ingente. Y los 550 kilómetros de rutas en bici que recoge la guía ‘Pedaleando por Segovia. Itinerarios para BTT por los Lugares de Interés Geológico’ -editada por la Diputación de Segovia- discurren en parte por medio centenar de estos LIG. No hace falta ser un experto geólogo, ni tampoco conocer al dedillo los nombres de cada formación o tipo de roca.
Los paisajes hablan por sí solos; basta con observar con mirada inquieta y con ánimo de aprender algo sobre cómo se ha formado el territorio.
La propuesta de la Diputación segoviana incluye siete recorridos lineales y otros tantos de trazado circular (con salida y llegada en el mismo lugar). Las rutas, con una media de 40 kilómetros por trazado, ofrecen dificultades diversas: desde las de nivel bajo que se desarrollan por la llanura, hasta las más difíciles que incluyen repechos exigentes para el ciclista.
En cualquier caso, la dificultad también está relacionada con el interés que tenga cada uno por detenerse en los lugares con mejores vistas o de mayor interés geológico. La pausa siempre permite recuperar el aliento y gozar con mayor ventaja del espectacular paisaje segoviano. La guía -que también se puede consultar en www.segoviaturismo.es– especifica los principales pasos y lugares a tener en cuenta, además de los cruces de caminos, bifurcaciones, giros, descripciones de los LIG por los que se pasa, etc.
Por los pueblos rojos y negros
El recorrido circular con salida y llegada en la plaza Mayor de Ayllón es uno de los que mayor aceptación tiene entre los ciclistas. De dificultad baja, completa 39 kilómetros entre una cota mínima de 989 metros sobre el nivel del mar y una máxima de 1.231. El atractivo geológico de la ruta está en la minería de los pueblos rojos (Madriguera y Villacorta) y negros (Becerril y Sarracín), y el relieve montserratino de Francos.
Tras salir de Ayllón hay que dirigirse hacia Valvavieja. Tras cruzar esta localidad, el itinerario sigue hasta el pueblo negro de Villacorta. Cuatro kilómetros más adelante los ciclistas alcanzan Becerril, un pueblo de tonos oscuros debidos a la pizarra negra de la zona.
Ya de camino a Sarracín llama la atención el espectacular paisaje que conforman las cuarcitas y pizarras. Pocos resistirán la tentación de detenerse, que aunque sea solo un momento, para observar de cerca estas formaciones rocosas configuradas a partir de gran cantidad de materia orgánica y de origen arcilloso. En Sarracín destaca otra vez la mampostería oscura y el color negro de la pizarra de los tejados. Son 21 kilómetros los recorridos hasta ahora.
Dos más adelante está Madriguera. El negro se torna en rojo. Al paso por la calle Real se dejan ver los muros, marcos de ventanas y dinteles de las puertas tallados en piedra rojiza. Esta roca es un conglomerado con los cantos angulosos y cementado por óxidos e hidróxidos de hierro, que son los encargados de darle tan peculiar coloración. Estos minerales han sido explotados en la zona, tanto para obtener tintes como hierro.
