spot_img
spot_img

El árbol marca el futuro en Castilla y León

La comunidad es una región extensa, poco poblada y con mucha masa forestal. La biomasa es un valioso recurso, que propicia actividad y dinero para mantener la vida en mejores condiciones en el medio rural. Madera ecológica, generar energía, pastos y micología son algunos de sus recursos

El valor de una región depende en gran parte de lo bien que se conserva, de cómo mantiene sus recursos naturales, de si es capaz de recuperar lo perdido y también de que el potencial del que dispone le permita una actividad económica y social satisfactoria para sus pobladores y el medio ambiente. Castilla y León es un lugar privilegiado, con ecosistemas muy diversos y relevantes.

Desde Gredos y Guadarrama hasta la Cordillera Cantábrica el tránsito incluye valles, montes y meseta. Son espacios con diferente tipología climática y paisajística en los que la fauna y la flora tienen poco que ver entre unos y otros apenas transcurridos solo unas decenas de kilómetros. Humedad y sequía, hayas y encinas, pastizales y parcelas de cereal, juncos y brezos, avutardas y ruiseñores bastardos. Todo de todo. Bien lo conocen y lo disfrutan los turistas que son fieles a este entorno un año tras de otro. Y, por supuesto, quienes residen en la Comunidad.

El patrimonio forestal castellanoleonés es enorme. Como ejemplo, la provincia de León cuenta desde hace muy poco con mil montes de utilidad pública registrados en el catálogo oficial. “España es un país extenso y poco poblado en comparación con los demás países europeos. Y dentro de España, Castilla y León es aún más extensa y menos poblada. Por eso es un territorio con vocación forestal. Aproximadamente la mitad de su territorio es forestal con el 50% arbolado. La otra parte estaría poblada por pastos y matorrales. Otra mitad es agrícola y urbana”, recalca el decano del Colegio de Ingenieros de Montes de Castilla y León, Alfredo Rodríguez. La entidad se encuentra en un periodo en el que el análisis sobre el presente y futuro del sector forestal en la región -ligado a las oportunidades laborales- ocupa una parte significativa de su apasionante actividad corporativa.

El peligro del fuego

Los ingenieros de montes señalan que las superficies que se dejan de cultivar o de pastar son recuperadas por la vegetación forestal, zonas en las que con el paso del tiempo se acumula un gran volumen de biomasa de muy distintos tipos. “Es la principal amenaza porque si llega un fuego va a arder de forma muy intensa. Y es su principal oportunidad porque esa biomasa tiene un valor; es un capital que antes no existía. Y donde hay valor hay margen de maniobra”, explica convencido Alfredo Rodríguez.

Las grandes pendientes que existen en muchos montes de la región impiden el aprovechamiento viable económico o ecológico. El clima, la pobreza del suelo también limitan mucho la productividad en algunas comarcas. Paradójicamente estas zonas son a veces de las que mejores perspectivas tienen para algunos aprovechamientos, como las trufas en Soria.

Muchas de las masas forestales de Castilla y León tienen su origen en los años 50, 60 y 70, y están entrando en la segunda mitad de su ciclo. “Ya empiezan a producir madera con valor comercial, lo que significa que por primera vez en su historia se va a poder actuar en ellas sin necesidad de la financiación externa, que siempre ha sido limitante”, apunta el decano.

Ahora existen unos usos energéticos de la madera que antes no había. La madera puede ir a la industria del pellet o a quemar directamente en forma de astilla. Ha aumentado su demanda: vale más y hay más candidatos a quedarse con ella. La resina también parece haber renacido, aunque lo haga de forma limitada a las masas de mejor accesibilidad.

La demanda social de productos cada vez más ecológicos permite un mayor empleo en la construcción, con más valor añadido. La de crecimiento lento -la mayor parte de las de Castilla y León- es la de mejores características físicas para construir. Aunque en estos momentos se importa, en el Colegio de Ingenieros de Montes opinan que aquí ya han alcanzado los árboles una edad en la que van a empezar a producir madera apta para la construcción, que aumentará el valor de esas masas.

El campo de los hongos tiene también un amplio abanico de posibilidades de desarrollo. Desde la producción de ellos en monte mediante inoculaciones o plantas micorrizadas hasta las aplicaciones biotecnológicas, pasando por su uso creciente en la gastronomía, todo apunta a que su demanda va a crecer y con ella el interés por que los montes los produzcan. También es creciente el papel de las setas como atrayente de los turistas rurales. Distintas fórmulas de venta del producto en pie, ya sean setas u otros frutos comestibles, parecen las más susceptibles de generar valor añadido para las entidades propietarias. “Castilla y León puede adoptar fórmulas de éxito de otros territorios e incorporarlas con ventaja debido a sus grandes superficies”, concluye Rodríguez.

montes_cyl

Para producir la energía necesaria

El uso energético es también importante en la madera. Y el diseño y ejecución de las redes de calefacción y la ejecución de trabajos en los montes para conseguir las astillas son oportunidades de desarrollo del sector. “El aspecto menos explorado, y el que probablemente tenga mayor potencial, es la compensación a los montes por los servicios ambientales que prestan. Los bosques absorben CO2 porque están hechos del que han tomado de la atmósfera y han convertido en celulosa. La implantación de mecanismos que permitan que empresas que lo emiten paguen a los bosques por retenerlo en su madera sería una fuente de ingresos muy importante para mucho montes”, indica el experto ingeniero.

Pero no hay que dejar de lado que, a pesar de que Castilla y León es una privilegiada por su arbolado, en los últimos años se ha perdido la legitimidad social de muchos aprovechamientos forestales. “Varias generaciones educadas desde y para la mentalidad urbana han adoptado una ideología en la que cortar un árbol o matar un animal es pecado, y eso amenaza a corto plazo con terminar con las principales fuentes de ingresos de los montes: la caza y la madera. Y de forma indirecta, con los pastos. El hecho de que esa mentalidad haya calado incluso entre los colegiales de la Tierra de Pinares soriana demuestra que la situación es alarmante”, advierte Rodríguez.

Esa mentalidad ecologista, tan necesaria, se puede convertir por culpa de la desinformación que la acompaña en un problema según considera el representante de los ingenieros de montes: no se corta madera de algunas especies por un exceso de precaución.

Hay unos 50 millones de toneladas de madera en pie de especies cantábricas, que crecen en torno a 1,3 millones de toneladas anuales y de las que se cortan al año solo 0,028; es decir, el 2%. Se podría incrementar el volumen de corta un 40% anual durante diez años y se llegaría a una situación en la que se estaría cortando solo la mitad de lo que crecen las masas. Los expertos en este ámbito consideran que, a parte de sus beneficios económicos y sociales, esas talas permitirían que los árboles crecieran mucho más sanos.

montes_animales_cyl

spot_img

#MÁSCYL RECOMIENDA

ESCAPADAS DESTACADAS

La Olmeda presenta ‘CVLTVRO 2024’ con más de 60 actividades de cultura e historia

‘CVLTVRO’. Mosaico Cultura Villa Romana La Olmeda se desarrollará desde este mes de abril hasta el 15 de diciembre. Su amplio programa está formado...

CASTILLA Y LEÓN AL DÍA

SABOREA CYL

Música y vino se darán la mano en el Día Pruno de Finca Villacreces

Con tres meses de adelanto, Finca Villacreces pone a la venta las entradas para la séptima edición del Día Pruno. El sábado 22 de...