La paciente mano de la naturaleza también puede ser un artista. Muestra de ello es la Cueva de los Franceses, la única visitable de la provincia de Palencia
El Geoparque Mundial Unesco las Loras se ha ganado su buena reputación. Localizado a caballo en se entre las provincias de Palencia y Burgos y lindando al norte con la Cordillera Cantábrica, ofrece en su cerca de 100.000 hectáreas todo un espectáculo donde naturaleza ansía ser arte. Cañones moldeados por la corriente de los ríos, pueblos atravesados por cascadas como Orbaneja del Castillo, curiosas formaciones rocosas y mucho, mucho románico, conviven en todo este territorio sin parangón.
Y uno de los lugares que mejor representa lo que es este espacio natural es la Cueva de los Franceses, situada en la localidad de Revilla de Pomar, dentro del entorno del Valle de Covalagua. El nombre de este valle se debe a la abundancia de cuevas y agua, propio de su naturaleza kárstica, y que ha dado lugar a surgencias de agua formando grandes galerías jalonadas de estalagmitas, estalactitas, mantos, coladas, columnas, pozos…
Una maravilla natural moldeada con la paciencia que solo la Madre Naturaleza puede tener y que podrás ver en toda su plenitud en la Cueva de los Franceses. Totalmente habilitada para visitas turísticas, la cavidad cuenta con un recorrido de 482 metros de largo, aunque el progreso total de la cueva ronda los 1.000 metros. La instalación de iluminación artificial y la conservación del microclima de la cueva permite contemplar a la perfección este mágico espectáculo geológico sin ninguna dificultad.
Último reposo de los franceses abatidos en la Guerra de la Independencia
Llegado a este punto, te preguntarás: ¿por qué se llama así la cueva? La respuesta está en la historia, y más concretamente en la Guerra del Independencia, cuando este espacio sirvió forzosamente de último reposo de los restos de los combatientes franceses, que cayeron durante los enfrentamientos que tuvieron lugar en este páramo entre tropas regulares napoleónicas y un destacamento de húsares cántabros al mando del liberal Perlier.
Años más tarde la cueva fue dada a conocer en 1904 por don Luciano Huidobro, sacerdote, catedrático y erudito local, temporal residente en el pueblo próximo de Puentetoma. Poco a poco fue aumentado su popularidad y con ello las visitas, pese a lo dificultoso de su acceso original que se hacía a través de un pozo de 6 m de profundidad abierto en medio de un impresionante páramo calizo. Actualmente este acceso se encuentra clausurado.
Ante el demostrado interés, en 1972 se comenzaron las obras de acondicionamiento para su visita turística, las cuales finalizarían en 1974. Posteriormente, en 1981 se llevaron a cabo nuevas labores de reacondicionamiento y rehabilitación de la cueva, ya que había sufrido grandes deterioros como consecuencia de las voladuras incontroladas realizadas y al cambio climático que padeció al construirse el túnel artificial de acceso. Los métodos y técnicas practicadas para su recuperación consiguieron devolver el microclima que constituye la cueva.
Cómo llegar a la Cueva de los Franceses
Hoy, la Cueva de los Franceses es la única visitable en la provincia de Palencia y el acceso se hace a través de un moderno edificio llamado “La Roca” que alberga una exposición sobre la cueva y el entorno de la montaña palentina y, sirve de puerta de entrada hacia un paseo misterioso por el interior de la montaña.
La distancia desde la localidad de Aguilar de Campoo hasta la Cueva de los Franceses es de aproximadamente 16 km. Se accede desde Aguilar de Campoo por la nacional N-627 en dirección Burgos, hasta llegar a Pomar de Valdivia, desde aquí, a Revilla de Pomar y después a la carretera de la cueva en dirección al Valle de Valderredible.
- Más información sobre precios y horarios de vistas en la web de la Diputación de Palencia
