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El Valle de Compludo y la magia

Los cuatro pueblos de este valle berciano son tranquilidad y silencio. Caminar por sus calles permite admirar típicas y macizas construcciones coronadas con bellas galerías. Los materiales característicos son la piedra, la pizarra y la madera. Numerosas sendas y caminos llevan a descubrir rincones impresionantes

Al sureste de Ponferrada, cerca, está el histórico Valle de la Abadía de Compludo. El Bierzo es paz, un lugar en el que no caben las prisas ni los agobios de la vida diaria. Recorrer sus sendas y caminos es reencontrarse con una naturaleza generosa en especies y aromas, en formas y colores, en murmullos de silencio, de arroyos y de hojas al viento. Y esa atmósfera serena no se pierde en ninguno de sus pueblos. Pasear sus calles es un ejercicio contemplativo de texturas y formas que rinden tributo al ecosistema en el que se asientan, una lección magistral de sabiduría en el uso y manufactura de los materiales que da la tierra para crear hogares confortables y con fuerte personalidad.

Cuatro pueblos que dan vida a este valle de la tranquilidad y el silencio. Caminar por sus calles permite admirar todo un catálogo de típicas y macizas construcciones coronadas con bellas galerías, en las que los materiales característicos son la piedra, la pizarra y la madera.

Espinoso de Compludo es una de las joyas arquitectónicas de la provincia leonesa y con un valor etnográfico similar al de Peñalba de Santiago o de Castrillo de los Polvazares. Casi deshabitado hasta hace unos años, gracias el empeño de sus vecinos se ha conseguido recuperar por completo con gran acierto, siendo en la actualidad uno de los núcleos más activos e interesantes para la practica del turismo rural. De obligada visita es la Taberna Templaría de Espinoso, un establecimiento acogedor gracias al trato de Marta y de Juan Carlos y al calor de su chimenea, donde podremos degustar los ricos y reconfortantes guisos que salen de su cocina.

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En Espinoso de Compludo se exhibe una gran maqueta en la que se reproduce fielmente y de manera magistral el Castillo Templario de Ponferrada en la Edad Media, además de otros emblemáticos edificios y rincones de la capital berciana, castros prerromanos, poblados de pallozas como Campo del Agua, otras fortalezas de la comarca, bellas y representativas muestras de la arquitectura tradicional y escenas costumbristas del pasado son solo algunos detalles de esta exposición única.

Un paseo por los alrededores

Este gran valle, que a su vez esta formado por otros cuatro más pequeños que responden al nombre de los diferentes pueblos, ha sido testigo durante siglos del paso de los celtas, los romanos, los visigodos y de caballeros y monjes medievales que escribieron las páginas de su historia. Y para poder conocer uno de los capítulos de esta historia es necesario acercarnos a Compludo. Fue el lugar elegido por San Fructuoso para fundar en el siglo VII el primer monasterio visigodo dedicado a los Santos Justo y Pastor, dando lugar a un movimiento eremítico y monástico desconocido hasta ese momento en la Península Ibérica.

Para llegar a Carracedo primero tomaremos un desvío que sale de la carretera que une El Acebo y Compludo y que está señalizado. Iniciamos la subida entre ejemplares de árboles centenarios hasta llegar al caserío que estuvo abandonado hasta hace unos años, excepto por la existencia de alguna explotación ganadera y la presencia de magníficos ejemplares del mítico mastín leones, el perro secularmente encargado de cuidar los rebaños. Afortunadamente en la actualidad se están rehabilitando algunas viviendas que servirán para devolver la vida a este genuino pueblo, desde donde es posible disfrutar de algunas de las mejores vistas de los Montes Aquilanos, sin renunciar a convertirse en otro ejemplo más de la arquitectura tradicional del valle.

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Por último, nos acercamos a Palacios de Compludo, pueblo al que accedemos desde Compludo. Otro ejemplo más de un pueblo que llegó a estar completamente abandonado, pero que de unos años a esta parte se ha recuperado de forma sostenible gracias a iniciativas privadas. Hoy es una reserva ornitológica modélica, y se ha convertido en lugar habitual de vacaciones, gracias a sus impresionantes paisajes y a su arquitectura popular magníficamente recuperada.

Los alrededores de los cuatro pueblos que forman parte del Valle de la Abadía de Compludo nos ofrecen infinitas posibilidades. Numerosas sendas y caminos nos llevan a descubrir rincones impresionantes, que en algunos casos nos cuentan pasajes de la rica historia que el valle atesora. Muy cerca de Espinoso de Compludo se encuentra el Aro de la Miédola, antigua balsa utilizada para el lavado de oro que data de la misma época que Las Médulas. Bajando por el Valle del Meruelo, entre extensos bosques de robles, llegamos hasta el paraje de Santa Eulalia, lugar donde se encontraba uno de los dos campamentos romanos que hubo en la zona.

Poco después llegamos al paraje conocido como La Igrisuela, donde podremos ver los restos de un barracón, construido sobre antigua iglesia medieval, y que sirvió de residencia para los trabajadores de la mina de wólfram, cuya bocamina podremos ver situándonos a la derecha de la construcción. Y si continuamos bajando por el valle llegaremos a los prados de Vegamolín, donde se encuentran los Molinos de Arriba y de Abajo, mencionados por primera vez en el Registro del Marqués de la Ensenada.

Carracedo de Compludo se encuentra rodeado de bosques y regala algunos de los rincones más bellos del valle, siendo uno de los lugares preferidos por los senderistas. Un sendero de montaña, que parte desde el mismo pueblo, nos lleva hasta la Cascada del Gualtón, la más alta de el Bierzo.

Muy cerca de Compludo se encuentra el paraje de Chanillas, un lugar mágico donde podremos admirar algunos de los más bellos y centenarios ejemplares de castaños de la zona.

Para finalizar, en Palacios de Compludo además de recibir una clase magistral del mundo de los pájaros, podremos realizar diferentes rutas de senderismo como la Ruta del Valle del Oso, una ruta circular de cuatro kilómetros con una dificultad media por una senda perfectamente señalizada. Un entorno pletórico de naturaleza en el que el amante de los paseos encuentra siempre su escenario mágico y soñado.

Existen varias posibilidades para llegar a este maravillo valle. Desde Ponferrada nos dirigimos al Valle de Valdueza y pasado Salas de los Barrios nos incorporamos a una vía comarcal que nos llevará a Espinoso de Compludo. La otra opción es por el Camino Francés, partiendo de Astorga. En la capital maragata cogemos la LE-142 hasta al pueblo de El Acebo. A la salida de esta localidad, una carretera a la izquierda nos acercará hasta otro de los pueblos que hay que conocer en este valle, Compludo.

Fotos: Cardinalia Comunicación
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