spot_img
spot_img

Ojo Guareña: historia en las entrañas de la tierra

Ricardo Ortega

La acción del agua sobre la roca a lo largo de millones de años y la actividad de humana desde tiempos remotos han deparado un espacio de naturaleza deslumbrante, dentro de una comarca verde y frondosa como son las Merindades, en el norte de Burgos. Hablamos del Monumento Natural de Ojo Guareña, uno de los grandes complejos kársticos de la Península Ibérica, con 110 kilómetros de galerías que dan testimonio de lo que es capaz el agua cuando se empeña en atravesar masas calizas.ojo_guarena_03

El complejo subterráneo, situado en el municipio de Merindad de Sotoscueva, forma una unidad con el bosque que se extiende en la superficie, 13.000 hectáreas de paraíso para el senderista. A lo largo de sus más de diez recorridos el visitante puede contemplar el testimonio que el río Guareña ha dejado de su relación con la roca.
Hasta hace tres años la única cueva visitable era la de San Bernabé, con apenas 400 metros de recorrido y en la que se pueden conocer las claves del desarrollo de un complejo kárstico como este. Se trata de un espacio habilitado para todo tipo de público, con unas explicaciones compartidas entre un guía y un audiovisual que ofrece los datos más técnicos. Esta breve visita finaliza en la ermita de San Tirso y San Bernabé, de carácter rupestre y cuyos frescos de los siglos XVII y XVIII recuerdan el martirio de ambos santos. La visita concluye al salir a la explanada, que todos los años acoge una romería de miles de participantes.

Desde 2014 también se puede penetrar en la cueva Palomera, cuyo recorrido se dirige a un público más especializado. A diferencia de su vecina, aquí conviene realizar una reserva previa, pues los diferentes trazados diseñados superan el kilómetro de longitud y los grupos son más reducidos. Podremos ver la sala Edelweiss, la sima Dolencias, la sala del Cacique y Museo de Cera. De su interés baste destacar un dato: en todo el espacio se ha detectado la presencia de 190 especies animales, con doce especies acuáticas y cuatro terrestres desconocidas para la ciencia.

Ambas visitas despiertan igual interés para el visitante, si bien en la segunda se puede palpar la presencia humana en el complejo, con una antigüedad de al menos 70.000 años. Tumbas, restos de armas y herramientas e incluso pinturas rupestres así lo atestiguan.

Con todo, la visión de conjunto de los espacios subterráneos, junto a las implicaciones antropológicas y paisajísticas del complejo, se puede adquirir en la Casa del Parque del Monumento Natural Ojo Guareña, situada en Quintanilla del Rebollar. En ella se puede conocer en detalle cómo se formó este karst y el papel que desempeñan los dos ríos implicados: el Guareña y el Trema que tras cruzar los diferentes niveles calizos se sume por una abertura del terreno antes de llegar a la localidad de Cornejo. Una visita para conocer como nunca el suelo y el subsuelo del norte de Burgos.

spot_img

#MÁSCYL RECOMIENDA

ESCAPADAS DESTACADAS

La Posada de Pradorey se convierte en un nuevo destino gastronómico imprescindible

Construido por encargo del Duque de Lerma en el año 1601 como un palacete de caza de estilo herreriano para el rey Felipe III,...

CASTILLA Y LEÓN AL DÍA

SABOREA CYL

El Capricho y Matarromera conquistan Málaga durante un mes

Si hay un maridaje que apasiona a todos los amantes de la carne y del vino, es el que podemos disfrutar con una copa...