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Encina de San Silvestre, el germen del teatro español

Juan del Enzina es un personaje luminoso en cuanto a su polifacética actividad como músico, poeta y dramaturgo, pero su vida, llena de oscuridad y cierto misterio, deja demasiados interrogantes desde su cuna

Poco o casi nada sabemos de la vida de este hombre. Algunos insisten en sus orígenes judíos y, posiblemente por este motivo, intentó a toda costa ocultar sus raíces. Católico, diácono y después sacerdote con ascendencia judía. No, no era cristiano viejo, y eso era un verdadero problema en su tiempo.

La limpieza de sangre era requisito fundamental para desarrollarse en aquella sociedad de privilegiados. Fue un hombre misterioso y ambicioso que no quiso dejar muchas huellas de sus andanzas mundanas. Se formó en la Universidad de Salamanca junto a Antonio de Nebrija. A los 30 años ya había terminado toda su obra. Compró su propia tumba en la Catedral de Salamanca, allí está enterrado.


“Oy comamos y bevamos y cantemos y holguemos que mañana ayunaremos”


Su verdadero nombre era Juan de Fermoselle, hijo de un zapatero, o pequeño fabricante de calzado o dueño de un gremio, según la época. Sus hermanos alcanzaron una buena posición social. Diego fue maestro de artes y llegó a catedrático; Miguel fue sacerdote de la catedral y Antonio fue procurador.

Humilde casa de la localidad donde la tradición oral sitúa el nacimiento de Juan del Enzina.
Humilde casa de la localidad donde la tradición oral sitúa el nacimiento de Juan del Enzina.

El sobrenombre ‘del Encina’ es atribuido a la consideración de que su nacimiento bien pudiera haber sido en La Encina o en La Encina de San Silvestre, localidades ambas próximas a Salamanca aunque, incluso, hay algún autor que atribuye el sobrenombre ‘del Encina’ al apellido de la madre. También se sitúa su nacimiento en la misma ciudad de Salamanca, concretamente en la calle llamada hoy de Las Mazas.

Quizá lo más acertado o lo que más se acerque a la realidad sea que nació en Encina de San Silvestre, un pueblecito de la provincia de Salamanca, a 40 kilómetros de la capital y en dirección a Vitigudino.

encina portadaNo existe ningún documento que certifique esta afirmación, pero la tradición oral de forma espontánea y natural se ha encargado -de generación en generación y así durante 500 años- de proclamar este lugar de nacimiento, e incluso, señalar una casa del pueblo como lugar certero de su hogar familiar.

Con el año de nacimiento hay menos controversia, pues se sitúa en 1468 o 1469. Se estima a partir de su ‘Trivagia’ o ‘Vía Sacra de Jerusalén’, que compuso en 1519 ya que en alguno de sus versos indica que tenía 50 años cumplidos: «Los años cincuenta de mi edad cumplidos…».


Compuso casi todas sus obras literarias y musicales antes de los 30 años


Estudió en la Universidad de Salamanca. Juan cursó su bachillerato en leyes en esta ciudad y fue discípulo del famoso humanista Antonio de Nebrija. Posteriormente, fue protegido por el Canciller de dicha universidad, don Gutierre de Toledo, hermano del Duque de Alba.

De la Universidad salió para trabajar en 1492, recomendado por don Gutierre de Toledo, como Maestro de Capilla del segundo Duque de Alba, don Fadrique Álvarez de Toledo. Durante la Navidad de ese mismo año representa, para los duques, las que vendrían a ser consideradas el embrión del teatro profano español, sus dos primeras églogas, que no son sino dos partes o actos de una misma obra.

Durante la primavera siguiente, en la Semana Santa de 1493, Juan del Encina escribe otras dos églogas con motivo de las fiestas de la Pasión y de la Resurrección. Durante la noche de Navidad del mismo año, presentó a los duques su obra ‘En reqüesta de unos amores’, siendo la primera obra suya en la que figura una mujer.

encina escudoEncina compuso casi todas sus obras literarias y musicales antes de los 30 años. La música era una parte integral de la acción en todas las obras. Normalmente contienen un villancico cantado y danzado por los actores. Se estaba germinando el terreno para la explosión de las humanidades en el Siglo de Oro castellano.

Encina fue ordenado sacerdote en 1519 y realizó un peregrinaje a Tierra Santa para celebrar su primera misa en el Monte Sion. Ese año el Papa León X le nombra sacerdote de la Catedral de León. Fallece en el año 1529 y en 1534 sus restos fueron trasladados a Salamanca y, de acuerdo con sus deseos, fue sepultado bajo el coro de la catedral.

Juan de Valdés, humanista, erasmista y escritor español, escribe en su ‘Diálogo de la lengua’: “Juan del Enzina escrivió mucho, y assí tiene de todo; lo que me contenta más es la farsa de Plácida y Vitoriano, que compuso en Roma.». En el escudo de Encina de San Silvestre, desde el año 2000, figuran un pergamino y una pluma que hacen alusión al trabajo de este músico, poeta y dramaturgo, considerado el germen del teatro español. De sus fuentes bebió el gran Félix Lope de Vega y Carpio.

Escribió en sayagués

Realizó además varias obras de poesía en asturleonés (concretamente en dialecto sayagués) como las Coplas de Mingo Revulgo o El Auto del repelón, según el especialista Humberto López-Morales en su estudio ‘Elementos leoneses en la lengua del teatro pastoril de los siglos XV y XVI’.

En el año 1497 muere inesperadamente el príncipe don Juan, del que Juan del Encina había sido preceptor. Emocionado por este hecho compuso su, posiblemente, mejor obra, la Tragedia trovada y en la Nochebuena de 1498 estrena en Alba la égloga de la grandes lluvias, en la que además de referirse a las aguas torrenciales de ese año, alude a su fracaso en conseguir ser cantor en la Catedral de Salamanca (puesto que ocupó Lucas Fernández).

El Auto del repelón se puede considerar como una de sus obras más antiguas. El padre del autor nació en Fermoselle y, por este motivo, Juan de la Encina sabía este dialecto, pues seguramente lo escuchó de la boca de su padre miles de veces desde su infancia, en el seno del hogar familiar.

Un teatro en Salamanca  

El Aula-Teatro Juan del Enzina está ubicado en los bajos del denominado aulario Anayita de la facultad de Filología, en la Plaza de Anaya. Comenzó a funcionar en 1971, a iniciativa de Fernando Lázaro Carreter y bajo la dirección del dramaturgo José Martín Recuerda. Durante más de 30 años, hasta su cierre en 2002, se convirtió en una ventana abierta a las corrientes más novedosas y vanguardistas de la época.

Recientemente la Universidad de Salamanca y la Junta de Castilla y León han llegado a un acuerdo para rehabilitarlo. El profesor titular de Literatura Española del Siglo de Oro Javier San José Lera señala que este teatro “era un verdadero referente cultural para la ciudad y para los estudiantes universitarios y escolares”.

En cuanto a Juan del Enzina como dramaturgo asegura que “es el primer dramaturgo español con intención de hacer verdadero teatro”. El profesor también confirma que los versos: “Oy comamos y bevamos y cantemos y holguemos que mañana ayunaremos” son obra de este autor salmantino.

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