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San Pedro de Montes, un viaje al corazón místico del Bierzo

Un paisaje de escándalo y más de mil trescientos años de historia se fusionan en este monasterio berciano que, sin dejar de ser una ruina, es toda una delicia para los sentidos

Daniel González // Fotografía: @enpueblo

El claustro es el corazón del monasterio. Un microcosmos sacralizado y armónico concebido para meditar donde trabajaron los mejores maestros escultores del arte medieval. Y un claustro, ruinoso y de líneas sencillas, encontrarás en el monasterio de San Pedro de Montes, en plena Tebaida Berciana y dentro de la localidad de Montes de Valdueza.

Pero lo que realmente hace único a este cenobio no es este claustro, sino el otro, cuyas paredes y arcos son las altas montañas, el valle es el jardín y el artista escultor ha sido la misma madre naturaleza. Un verdadero paraíso para la meditación que explica el origen de este monasterio berciano, uno de los más antiguos de España.

Claustro en ruinas del monasterio de San Pedro de Montes

Un primer refugio de los eremitas cristianos

Su ubicación, escondido entre las vertiginosas montañas de los de los Montes Aquilianos puede parecer cuando menos llamativa. Llegar hasta San Pedro de Montes en la actualidad no es tarea sencilla, deberás recorrer varios kilómetros por la típica carretera de montaña estrecha y serpenteante. Un acceso complicado que no ha cambiado demasiado de cuando en el año 635 el monje San Fructuoso funda este monasterio.

Las cocinas del monasterio

Lo remoto de esta comarca sedujo a este religioso. Un lugar perfecto para la vida contemplativa, mística y de meditación que, como San Fructuoso, buscaban los primeros ermitaños cristianos en España. Las características de la Tebaida Berciana, con cuevas que servían de refugio natural y apartado de la civilización provocó que brotaran en toda la comarca ermitas, iglesias y monasterios a partir del siglo VII.

Muchas de estas primigenias edificaciones serían abandonadas o destruidas con las razias musulmanas. Algo que sucedió con San Pedro de Montes hasta que fue rescatado décadas más tarde. Fue hacia el año 895 cuando San Genadio y doce discípulos que le acompañaban llegaron a lo poco que quedaba del monasterio -solo ruinas y maleza- y comenzaron su reconstrucción, que finalizó con la consagración de la iglesia en el año 919.

Resto de campanas y capiteles que se conservan dentro de la iglesia

Por desgracia, sus tres primeros siglos de historia apenas se dibujan en las piedras que hoy podemos ver. Del prerrománico solo se conservan algunos capiteles, y del románico la torre y una portada de la iglesia. El resto del conjunto es fruto de diversas reformas sufridas en el siglo XVII y XVIII, etapa en el que San Pedro de Montes contó con más fondos para financiarlas. Antes, el edificio era viejo y arrastraba numerosos desperfectos ante la falta de donaciones tanto por parte de la nobleza como de las autoridades eclesiásticas.

Y se vino la ruina

Ya entrado el siglo XIX llegó la Desamortización de Mendizábal que vació definitivamente el monasterio. Pocos años después sufrió un incendio que lo dejo en la ruina y expuesto a expolios y robos. Todo ello se plasma en el conjunto que podemos ver actualmente.

Por suerte, ya en el actual siglo comenzaron las tareas de desescombro y varias catas arqueológicas que dieron un mayor conocimiento de su pasado. Finalmente, en 2017, se rehabilitó todo el ala este y se acondicionó para uso turístico y cultural.

Más de mil trescientos años escritos en su historia que, a pesar de los expolios y saqueos sufridos en los últimos siglos, han desembocado en la actualidad en un lustroso monasterio donde poder disfrutar de ese paisaje idílico, de ese macrocosmos místico que enamoró a sus impulsores y que no ha cambiado demasiado desde entonces. Pocos lugares pueden presumir de este prodigio.

Además, cerca de San Pedro de Montes, te encontrarás con el referente de la arquitectura popular berciana, Peñalba de Santiago, donde también podrás seguir algunas de las huellas dejadas por los monjes eremitas. Todo, sin desmerecer, el pueblo que se levanta alrededor del cenobio, Montes de Valdueza, que también presenta esa arquitectura de mampostería, voladizos de madera y tejados de pizarra tan propia de esta comarca.

Calles de Peñalba de Santiago

Datos prácticos de la visita

Horario: sábados, domingos y festivos 11:00 a 14:00 y de 16:00 a 19:30. Las visitas guiadas son con reserva previa en horario de 10:00, 15:00 o 19:15. El teléfono donde puedes contactar para reservar las visitas y la información es 619077982.

Precio: visita general monasterio e iglesia 2,50 €, niños menores de 12 años gratis. Visita integral (sólo con reserva) 5 €, incluye la visita guiada al monasterio, iglesia, coro alto, campanario y ermita de la Santa Cruz.

Recomendamos que antes de ir preguntes por si hubiera alguna modificación en este horario.

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