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De León a Ponferrada por el Camino de Santiago


Más de cien kilómetros acercan León a Ponferrada por la ruta jacobea. Una experiencia recomendable para recorrer la variedad de paisajes leoneses, su rico patrimonio y el jugo de su territorio: los vinos de godello y Mencía

Miguel Ángel García Velasco

Realizar el Camino de Santiago es una opción recomendable para realizar, al menos, una vez en la vida. Cada peregrino lo vive de una manera diferente, pero lo que está claro, es que no deja indiferente a nadie siendo una experiencia imborrable de nuestra memoria. Actualmente, en Castilla y León existen doce Caminos diferentes, siendo el Francés el que más peregrinos transitan. En esta ocasión vamos a recorrer las dos ciudades principales leonesas, desde León a Ponferrada en cuatro etapas.

Como peregrino, las ciudades se ven de otra manera, y eso mismo ocurre con León. Desde la entrada de Puente Castro y la avenida del alcalde Miguel Castaño, la ciudad se pone a los pies del peregrino. El Albergue de San Francisco es un fantástico lugar para descansar, tanto para quienes realizan el Camino andando o en bicicleta.

Calle Ancha de León, foto de Jaime Cosgaya

Recorrer al amanecer los emblemáticos monumentos de León con la mirada de un peregrino es algo que merece la pena realizar… Desde la Calle Ancha, bordeando el Palacio de los Botines, la Catedral, la Colegiata, el Parador de San Marcos con su omnipresente monumento al peregrino. Con tanta belleza artística, cruzar el puente romano transmite cierto sentimiento de tristeza.

Hasta San Martín del Camino por la ‘carretera del peregrino’

La etapa entre León y San Martín del Camino recorre 25,9 km. El camino va paralelo a la N-120 en muchos de los kilómetros. Dentro del tramo urbano de Trobajo del Camino te sorprende pasar junto al pequeño barrio de bodegas que se mantiene en buen estado. La basílica de la Virgen del Camino nos manda atravesar la carretera para empezar por caminos, poco antes de cruzar por un túnel la A-66. Antes de llegar a Valverde de la Virgen se vuelve a ir de forma paralela a la N-120, ‘la carretera del peregrino’, siendo un buen lugar para hacer un alto y tomar un refrigerio. El final de etapa en San Martín del Camino bien merece un descanso en la piscina del Albergue Vieira.

Justa Medievales en Hospital de Órbigo

Justas medievales y una ciudad romana

Con energías renovadas, se sale de San Martín del Camino, perteneciente a la localidad de Santa Marina del Rey, dirección a Astorga con 24,2 km por delante. Cruzando la carretera para seguir por el lado derecho, se llega a otro de los hitos destacados del Camino como es Hospital de Órbigo, junto a la explanada donde celebran sus justas medievales.

La salida se hace por campos de regadío abandonando la “carretera del peregrino”. El crucero de Santo Toribio en San Justo de la Vega merece un descanso para contemplar la ciudad de Astorga, antigua Asturica Augusta, previo a la fuente del peregrino sediento.

Catedral de Astorga

La entrada a Astorga se realiza cruzando la vía férrea por una pasarela que han construido para evitar el paso de la antigua carretera. En una breve subida por las calles Minerva y Puerta del Sol se llega directo al Albergue de Peregrinos Siervas de María, gestionado con éxito por la Asociación de Amigos del Camino de Santiago de Astorga y su Comarca, junto al monumento al peregrino.

Tras comer y la reconfortante siesta, es momento de recorrer Astorga para disfrutar de esta ciudad de origen romano, con el Ayuntamiento en la Plaza de España, el Palacio Episcopal de Gaudí, la Catedral de Santa María y los bellos murales realizados por el artista David Esteban.

Palacio Episcopal de Astorga

Pequeñas joyas antes de la ascensión

La salida de Astorga se realiza cruzando la N-VI dirección a Santa Catalina de Somoza junto a la LE-142. El área de descanso para peregrinos junto a la Ermita del Santo Cristo es uno de los lugares ideales para parar un rato. La maragatería ofrece un paisaje distinto de lo que hemos venido recorriendo, con diferentes tipos de cultivo incluyendo los primeros viñedos que vemos en la provincia leonesa.

Mural en Astorga, Guerra de la Independencia, Miguel Ángel García Velasco

Pasamos el coqueto municipio de Murias de Rechivaldo para caminar junto a carreteras con poco tráfico. El Ganso es otro municipio pequeño y bonito en el que poder descansar para empaparte de la esencia del Camino. Este trayecto posee varios pueblos pequeños con diversas áreas de descanso para andar con tranquilidad.

Rabanal del Camino es la parada anterior a Foncebadón. Un bonito pueblo, ya en pendiente, en el que existen diversos albergues que invitan a pasar la noche. La ascensión a Foncebadón, aunque no es muy exigente, dispone de una subida media final en torno al 5%.

Rompe con la planicie que se viene recorriendo hasta este municipio, prácticamente desaparecido hasta que, a finales del siglo XX, con el empuje del Camino de Santiago se ha rehabilitado en un espacio por y para los peregrinos.

Existen diversos albergues para pasar la noche tras recorrer 27,3 km de esta etapa, así como restaurantes. Destacamos el Albergue Parroquial Domus Dei, cuyos albergueros son voluntarios y se duerme en un único espacio.

Molinaseca

Playas fluviales y un poco de enoturismo

La última etapa entre Foncebadón y Ponferrada es de las más bonitas que tiene el Camino Francés y también de las más técnicas. Al poco de salir de Foncebadón nos encontramos con la Cruz de Fierro, que indica el punto más alto del Camino con 1.497 metros sobre el nivel del mar.

La carretera LE-142 sigue siendo fiel acompañante hasta el Acebo de San Miguel, donde se encuentra el primer banco del Bierzo. Lugar de parada para coger fuerzas en mitad de la etapa.

Primer banco del Bierzo

Comienza el descenso de seiscientos metros hasta Ponferrada. Dejando atrás Riego de Ambrós se recorren los kilómetros más bonitos de este trayecto. Las bellas vistas de los montes bercianos se contraponen al firme de piedras y tierra.

La llegada a Molinaseca es otro de los momentos fascinantes del Camino, desde la vista panorámica hasta cruzar el puente de piedra, del que recomendamos un pequeño baño en la playa fluvial del río Maruelo. La llegada a Ponferrada se realiza bordeando la ciudad para entrar en el puente de Boeza hasta llegar al Castillo Templario y la Basílica de la Virgen de la Encina.

Castillo templario de Ponferrada

Como colofón, recomendamos quedarte un día más en Ponferrada para hacer un poco de enoturismo en los alrededores visitando alguna de las bodegas que elaboran los ricos vinos con mencía o godello, como Encima Wines en Molinaseca. El taxi es un buen complemento para visitarlo tranquilamente, y como dice el refranero castellano… “A escote, nada es caro”.

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