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Del Espigüete al cielo palentino

No es la cumbre más alta de la Montaña Palentina, pero sí resulta muy atractiva a la mirada de cualquiera. Coronarla supone un reto que requiere buena condición física y carecer de vértigo. Ofrece unas vistas de ensueño

Fotos: Ángel Palomares y Aitor Garrido

El territorio castellanoleonés se caracteriza por su enorme diversidad, aunque a primera vista parezca un contrasentido. Casi todo es posible en un entorno natural muy diferente por comarcas y que, en muchas ocasiones, está bien conservado. La Comunidad es el paraíso del senderista, que tiene aquí recorridos aptos para hacerlos en familia y también otros más exigentes. Incluso el mismo lugar ofrece alicientes y dificultades que difieren mucho según la época del año en la que se acceda a él. El Espigüete, en la Montaña Palentina, es un buen ejemplo de ello. Casi el paradigma.

En un día es posible alcanzar los 2.450 metros de esta emblemática cumbre de Fuentes Carrionas, en pleno Parque Natural, y descender. Es este un día veraniego, repleto de bellas panorámicas en la retina de todos los participantes en la expedición para este reportaje. Hay varias opciones por las que subir el Espigüete, aunque nosotros elegimos la Arista Este, sin dificultades técnicas pero con cierta exigencia física. espigüete3

Hay algunas trepadas y también algún paso expuesto. No es recorrido para personas con vértigo y poco amantes de las fuertes pendientes, de manera que es mejor que opten por otro itinerario y así eviten pasarlo mal.
Desde Cervera de Pisuerga hemos tomado la carretera P-210 – la Ruta de los Pantanos- y en el puente Agudín (cerca de Cardaño de Abajo) cogemos el desvío hacia Cardaño de Arriba. En el kilómetro 2,5 está el aparcamiento de Pino Llano. Allí dejamos el coche, junto al comienzo de la senda que lleva el nombre del arroyo Mazobre, ideal para caminar y disfrutar del paisaje. Aquí hay un panel informativo que señaliza diferentes puntos de interés en el entorno y nos da detalles respecto a la subida.

A los pocos metros de iniciar la pista un hito, a la izquierda, nos señala el inicio. Nos desviamos pendiente arriba e iniciamos el ascenso. Toda la ruta está señalizada con hitos que nos indican la buena dirección. Aunque desde el inicio se empieza a ascender con cierto desnivel, el primer tramo sirve para ir calentando las piernas y ya disfrutar del paseo desde el primer momento.

Más de mil metros

Según ganamos altura, nos damos cuenta de la altitud que estamos salvando y las vistas van a su vez ganando en espectacularidad. El paisaje en un día claro es precioso. Son unas horas de caminata para completar los cuatro kilómetros y 1.100 metros de desnivel hasta la cima y alguna que otra trepada, así que un mínimo de forma física es recomendable para disfrutar de la experiencia y que el día no se convierta en una pequeña tortura.espigüete7

En el ascenso nos encontramos un par de vivacs que pueden venirnos bien para resguardarnos en caso de que haga viento intenso. Nunca hay que perder el respeto a la montaña porque, aunque la ascensión sea cómoda y el entorno nos relaje, en la cumbre hay unas placas en recuerdo de los fallecidos en este pico que hacen que lo tengamos presente. Por seguridad, si decidimos subir a este u otro, nunca deberíamos hacerlo solos. Y recordemos que con una buena compañía con la que compartir la experiencia se disfruta aún más.

Hay que llevar agua suficiente, ya que no hay acceso a ella en todo el tramo. Tres litros por persona es una cantidad de la que no debiéramos bajar. Si nos falta lo podemos pasar realmente mal. Alguna barrita energética o similar y frutos secos también son recomendables. Y descansos periódicos, porque a pesar de que la cumbre esté en el pico, como bien dicen, la cima es la mitad del camino. Hay que guardar fuerzas para el descenso, que puede ser aún más cansado que la subida por el esfuerzo que ya llevamos en las piernas. La bajada también puede pasar factura.

A medida que vamos cuesta arriba las vistas se hacen más espectaculares. Ya en el mojón geodésico que marca la meta marcada podemos ver los Picos de Europa, el Curavacas, Peña Prieta, el pico Murcia, y también los pantanos de Compuerto y Camporredondo, en los que se remansa el río Carrión. La vuelta al punto de partida podemos hacerla por el mismo lado, aunque hay la opción de bajar por la cara Norte. Ha sido un día de mucha roca, esfuerzo físico y unas vistas de privilegio en la Montaña Palentina. Un día de disfrute, de los que merecen mucho la pena.

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