spot_img
spot_img

Las ‘palmeras’ góticas del río Odra

En la ribera del río Odra se levantan unas palmeras muy altas y centenarias. Pero estas son de piedra y son los pilares que sujetan a iglesias convertidas en verdaderas catedrales

Daniel González // Foto portada: iglesia de Villaveta

La provincia de Burgos es en toda su extensión un espectacular museo de arte y naturaleza. Sea cual sea la porción de la tarta que elijas te quedarás satisfecho. Ya seas de los que saborean la delicia del románico castellano, el gótico más puro, una buena ruta por paisajes de vértigo y cascadas, o todos ellos a la vez.

En este reportaje nos hemos centrado en la porción correspondiente a la campiña del río Odra cerca de Castrojeriz, y el sabor seleccionado es, quizás, uno de los más desconocidos a día de hoy: el gótico rural. Y es que este estilo artístico medieval puede verse ensombrecido por un populoso románico o un gótico urbano más exuberante. Una injusta situación que quedará remendada en el momento en que entres en algunos de los templos de las tres localidades de esta ruta.

Interior de la iglesia de Villaveta

Villasilos, Villaveta y Villasandino: silenciosa majestuosidad

Hay monumentos que rugen su arte al mundo, sin tapujos. Mientras otros, se esconden en silencio, vergonzosos, pero no porque ellos quieran, ni se lo merezcan, sino porque se ven enmudecidos por esos monumentos rugientes. Algo así ocurre con Villasilos, Villaveta y Villasandino, tres pequeñas poblaciones burgalesas que presentan unas iglesias que despuntan majestuosas sobre el valle del río Odra.

Cada una de ellas son obras cumbre de la transición del gótico al renacimiento en el siglo XVI. Un hecho que percibirás al entrar en sus sagradas dependencias con unas bóvedas con multitud de nervios que nacen en los pilares y que se cruzan en la techumbre formando complejas formas estrelladas muy exuberantes. El resultado es un interior de gran amplitud que recuerda a un bosque de palmeras de piedra.

Villasilos, con algo más de 80 habitantes, y Villaveta, con cerca de 40, son dos localidades integradas dentro del municipio de Castrojeriz. Cada una presenta una iglesia que destaca prominente por encima de la campiña del Odra con un entrelazado de nervios en las bóvedas que no dejan indiferentes. Se trata de la iglesia de San Andrés de Villasilos y la de la Purísima Concepción de Villaveta.

Algo similar a lo que contemplarás en Villasandino, pero en este caso por partida doble, pues esta localidad con poco más de 150 vecinos cuenta con dos iglesias de proporciones catedralicias y con unas bóvedas góticas de complejas nervaduras. Son las iglesias de Barriuso y la de Nuestra Señora de la Asunción; en este último templo la altura de su torre llega a los 45 metros de altura.

La provincia de Burgos, la tierra del gótico

Uno de los hechos que convierte a toda la provincia burgalesa en una excepcional exposición de arte medieval, es la cantidad, calidad y variedad de estilos artísticos y monumentos que podemos encontrar en tan solo unos kilómetros cuadrados. La comarca que sigue la estela dejada por el río Odra y sus afluentes es buena muestra de ello. Aquí, además de románico, nos podemos encontrar dibujadas las diferentes fases por las que pasó el gótico, desde su aparición en el siglo XIII hasta que se funde con las formas renacentistas.

Hay que tener en cuenta que el periodo clásico del gótico, desarrollado durante los siglos XIII y XIV, se reservó en su mayoría para las catedrales de las grandes ciudades de la época. Esto se explica en que en los pueblos ya existía una iglesia funcional románica, o bien su economía no era lo suficientemente fuerte para costear un nuevo edificio según los modelos góticos. Este periodo, además, estuvo marcado por la peste y las guerras civiles, lo que impidió el esplendor artístico que se daría en siglos posteriores.

Pero en tierras burgalesas hay excepciones y podemos ver ese gótico puro en templos de algunos de sus pueblos. Extraordinario exponente es la iglesia de Santa María de Sasamón, una barbaridad gótica comparada con la mismísima catedral de Burgos; o las singulares joyas de Grijalba, Villamorón y la colegiata de la Virgen del Manzano de Castrojeriz.

Por otro lado, en muchos pueblos tuvieron que esperar hasta los siglos XV y XVI, para que surgiera una nueva fase constructiva de grandes templos góticos, pero ya enlazados con las nuevas formas renacentistas. Villasilos, Villaveta y Villasandino son un claro ejemplo, pero no los únicos dentro de la provincia de Burgos, ni en la campiña del río Odra. Olmillos de Sasamón, Villadiego, Pampliega o Villahoz, entre otros muchos, tienen también hermosas construcciones de este estilo. Templos que en muchos casos alcanzaron unos volúmenes prácticamente catedralicios, y que ahora parecen descontextualizados respecto a los pequeños pueblos que los custodian.

 

spot_img

#MÁSCYL RECOMIENDA

ESCAPADAS DESTACADAS

Tierra de Sabor buscará extenderse a toda España

Justo el mismo día que se cumplen quince años del nacimiento de ‘Tierra de Sabor’, el vicepresidente de la Junta de Castilla y León, Juan...

CASTILLA Y LEÓN AL DÍA

SABOREA CYL

Tim Atkin lanza la primera edición de los ‘DO Rueda Awards’

El prestigioso Master of Wine británico, Tim Atkin, acaba de anunciar en la feria sectorial ProWein 2024, los “D.O. RUEDA AWARDS”. Se trata de unos premios creados por el...