En Castilla y León hay muchas iglesias donde elegir, pero si lo que buscas es algo único, diferente, tienes que conocer estos nueve templos…
Foto de portada: Iglesia de Montaña de Lois
Pongámonos primero en contexto. Castilla y León, un total de 2,248 municipios, algunos de ellos formados a la vez por varias localidades, cada una con una iglesia, o varias, además de una ermita o ermitas. Eso da como resultado una inmensa colección de templos cristianos desde los más antiguos de estilo visigodo a los más recientes construidos en este mismo siglo. Un mosaico patrimonial envidiable por cualquier región del mundo diga lo que se diga.
Y entre tanta iglesia e historia es lógico que haya lugar para singularidades. Construcciones sagradas que podríamos calificar como únicas o incluso extrañas. Seguramente se te ocurra alguna más de esta lista, pero estas nueve iglesias son una hermosa representación de lo extraordinaria que es Castilla y León.
1. Un campanario encima de una roca granítica
Neila de San Miguel es un pequeño pueblo abulense a los pies de la Sierra de Béjar. Escondido entre grandes rocas, encinas, robles y castaños, su caserío, marcado por la típica arquitectura popular serrana, se mimetiza a la perfección con el paisaje. Lo que incluye a su iglesia, o más concretamente a su campanario que, independiente al resto del templo, aprovecha una gran roca granítica para hacerse destacar en altura.
Una imagen sencilla pero rotunda que te encontrarás, como suele pasar con estos lugares, aventurándote por una carretera estrecha y serpenteante. Pero os aseguramos que merecerá la pena el desvió.
2. Mitad iglesia, mitad castillo
¿Puede una iglesia ser también una fortaleza? La Iglesia de Nuestra Señora del Collado de Valtajeros es una muestra de que sí. Muchas veces en las pequeñas aldeas eran los templos los edificios más fuertes, los que en caso de necesidad servían de refugio para la población. Una realidad que se hace notar en la provincia de Soria por su condición fronteriza, primero entre árabes y cristianos, y luego entre Castilla y Navarra.
Eso nos ofrece una peculiar mezcla en la iglesia de este pintoresco pueblo soriano, fortificada con almenas y con una espadaña silueteada a sus espaldas por la montaña del Moncayo. Y, como este templo, hay muchos en tierras sorianas. Trévago, Hinojosa del Campo o Montenegro de Ágreda cuentan también con ejemplos de esta tipología.
3. La caverna de Cervera de Pisuerga
Dentro de la Montaña Palentina, en el municipio de Cervera de Pisuerga, hay una ermita que se sale totalmente de la normalidad arquitectónica. De hecho, más que un templo parece una caverna. Pero si indagas en su historia todo cobra sentido.
Se trata de la ermita-cueva de San Vicente, un templo excavado a pico en una pequeña peña de roca arenisca situada entre los pueblos de Cervera de Pisuerga y Vado. Forma parte de todo un conjunto de iglesias rupestres existentes en la Montaña Palentina y en el sur de Cantabria que tuvo su apogeo durante la invasión musulmana.
Las iglesias rupestres ya son peculiares de por sí, y hay bastantes en Castilla y León. Echa un vistazo a nuestro reportaje en el que repasamos algunas de las más famosas.
4. La ‘Catedral de la Montaña’ de Lois
Una catedral dentro de una catedral natural. Así es la iglesia de la localidad leonesa de Lois. Su característico color rosado que obtiene del mármol del que está construida, su gran tamaño y elegancia barroca la hacen destacar en un entorno natural privilegiado como la comarca de Riaño.
Una ubicación singular para un templo de estas características que tiene su origen en la historia de esta pequeña población. Desde el siglo XVI el pueblo dio tres obispos, y se convirtió en centro cultural de la montaña gracias a su Cátedra de latín, fundada en 1740. Influencia que obedece a que todos los habitantes de Lois eran hidalgos. Fue una de las familias del pueblo, los Rodríguez Castañón, quienes planearon rehacer la vieja iglesia, edificándola entre 1755 y 1764 bajo la dirección de Fernando Compostizo, maestro constructor de la Catedral de León. Así nació la ‘Catedral de la Montaña’.
5. Una iglesia con patas
El patrimonio que acumula la Villa de Cuéllar es incalculable. Especialmente sus iglesias de altas torres y bellos ábsides mudéjares. Un mismo patrón, pero cada una con su particularidad. Y una de las más extrañas se sitúa algo alejada del casco histórico. Se trata de la iglesia de El Salvador, que se hace notar por cuatro voluminosos contrafuertes que brotan de su ábside mudéjar.
Esta llamativa arquitectura se debe a una reforma barroca acometida en su cabecera y que le añadió una pesada cúpula. Este sobrepeso obligó a construir estos contrafuertes similares a los arbotantes góticos para estabilizar la estructura de todo el templo.
6. Románico catalán en Castilla
¿Románico lombardo de origen catalán en plena meseta castellana? Así es, es lo que ocurre en la bella localidad vallisoletana de Urueña. Este pueblo conocido por contar con el reciento amurallado mejor conservado de la provincia y por ser la única Villa del Libro de España, cuenta a las afueras con una ermita que es una joya.
Hablamos de la ermita de Nuestra Señora de la Anunciada, el mejor ejemplar que se conserva en Castilla-León de factura románico-lombarda. Una maravilla levantada en el siglo XII y que hace aún más imprescindible la visita a Urueña.
7. Una iglesia de doce lados
La ciudad de Segovia tiene mucho que ver. Monumentos tan impresionantes que pueden hacer pasar inadvertida a los ojos del turista medio una de las iglesias más únicas de la región: la iglesia de la Vera Cruz de Segovia. Situada a las afueras al norte de la ciudad, en la ladera que asciende hasta Zamarramala, este templo fue mandado construir en 1208 por los Caballeros del Santo Sepulcro, que hoy pertenece -tras la fusión de ambas entidades- a la Orden de Malta.
Se trata de un templo singular, que sorprende y encandila al visitante no por sus dimensiones y por la riqueza de sus ornamentos, sino más bien por lo contrario: las paredes interiores han perdido casi la totalidad de los frescos que un día las iluminaban, y con ello la fábrica destaca más su sobriedad, la pureza de sus líneas. Lo más curioso de todo es su planta dodecagonal, es decir, doce lados.
8. Una ermita con una curiosa fachada
Entre las localidades de Frómista y Carrión de los Condes se levanta Población de Campos, en cuya periferia se ubica una curiosa ermita. Dedicada a San Miguel, esta pequeña edificación de estructura sencilla y construida a inicios del siglo XIII, consta de nave rectangular y está realizada en sillería de caliza.
Lo que la hace diferente, no es solo el buen acabado realizado por los constructores, sino el arco apuntado del muro occidental que enmarca una ventanuca y la portada de acceso al templo.
9. La iglesia circular de Salamanca
Ubicada junto a la Puerta de Zamora de la antigua muralla de la ciudad de Salamanca, la iglesia de San Marcos es una original construcción románica con una curiosa planta circular que la hace única en su especie.
Se cree que la iglesia fue construida en el siglo XII, aunque después sufrió varias modificaciones. Uno de los elementos añadidos a posteriori es la espadaña barroca que adorna su parte superior. Durante un tiempo se creyó que esta iglesia había sido uno de los cubos de la muralla por su forma circular, aunque, en realidad, San Marcos estaba muy cerca, pero no integrada en la estructura de la muralla.
Viaje por 6 de las ermitas más simbólicas de Castilla y León
