Románico en todo su esplendor, catedrales en pueblos de 100 habitantes, arquitectura popular de muy diversas formas… Palencia es un diamante en bruto para los buscadores de tesoros del medio rural
Daniel González.
Desde las onduladas llanuras de Tierra de Campos y el Cerrato en el sur, a las accidentadas montañas al norte, la provincia palentina es una tierra de fuertes contrastes, pero con un denominador común: historia que fructifica en rica arquitectura. Y es que, en un paseo por cada una de sus comarcas, te encontrarás con pueblos minúsculos que reúnen verdaderas maravillas.
Muchos lugares que elegir, y algunos más populares que otros. Y en este artículo te queremos desentrañar estos menos conocidos, pero no faltos de interés.

Gama
Municipio de casi tantas letras como vecinos, pero con valiosos lugares de interés. Ubicado en la Montaña Palentina, a más de 100 kilómetros de la capital del Carrión, su situación es privilegiada, ya que está enclavado dentro del Espacio Natural de Las Tuerces.

El pueblo surgió entorno al siglo XI al amparo de un castillo, cuyas ruinas se elevan sobre una alta meseta dominando el pueblo. De trazo irregular adaptado al roquero, actualmente solo se conservan parte de sus muros de piedra y la torre de homenaje, y en su interior se encuentra la ermita de Nuestra Señora del Castillo.
Pero el mayor tesoro de esta pequeña población es la iglesia de San Andrés, de elegante estructura y ejemplo perfecto del románico rural palentino. Lo más llamativo de su arquitectura es la resultona espadaña y la portada de arquivoltas y capiteles de buena calidad escultórica.

Vertavillo
Bajamos de altura y latitud hacia la comarca del Cerrato para descubrir el acogedor pueblo de Vertavillo. Elevado sobre un cerro, cuenta con una perfecta panorámica de los valles cerrateños.

De su trazado medieval e importancia histórica quedan numerosos vestigios tanto en forma de palacios y templos, como en arquitectura popular. Llegó a estar cercado por una muralla medieval de la que se mantienen algunos tramos, como dos de las cuatro puertas de acceso que llegó a tener la villa. Muy cerca de una de ellas se levanta un rollo de justicia renacentista de gran envergadura y desde donde se puede contemplar uno de los atardeceres más hermosos de la comarca.

Pero si algo sorprende de su casco histórico, esa es la iglesia de San Miguel Arcángel del siglo XII. En el templo, de grandes dimensiones, convergen estilos artísticos desde el románico, al gótico y renacentista. Destacan sus dos portadas, una de ellas tapiada, la galería de ventanales por su singularidad, así como la decoración de los capiteles.

Canduela
Volvemos a la Montaña Palentina para aterrizar en Canduela, un municipio de poco más de una veintena de vecinos declarado Conjunto Histórico-Artístico. En su núcleo urbano dividido en tres barrios: Barrio de Abajo, Barrio de Arriba y Barrio de Somavilla, se ven excelentes ejemplos de casas blasonadas y casas torre de sillería.
Buenas muestras de arquitectura noble que tienen su mejor exponente en la imponente casa-fuerte barroca de La Torrona, o en la Casa de las Postas, construida sobre los restos de una antigua iglesia rupestre.
Ermita de San Pedro. Foto: José Daniel Navarro Escudo heráldico en Canduela. Foto: José Daniel Navarro La Torrona. Foto: José Daniel Navarro
Mencionar también sus dos ermitas, la de San Pedro y la de Santa María, esta última situada a unos pocos metros del casco histórico y que permaneció en la más absoluta ruina hasta que, en 1990, fue objeto de una restauración. Hoy, es concebida como un laboratorio experimental de la Fundación Santa María La Real, destinada a hacer estudios para la conservación del patrimonio artístico.

Becerril del Carpio
Nos desplazamos al municipio de Alar del Rey, donde nace el Canal de Castilla, para descubrir una de sus pedanías: Becerril del Carpio. Esta población, cercada por dos arroyos que desembocan en un próximo río Pisuerga, cuenta al igual que Canduela de tres barrios unidos entre sí: Barrio de Santa María, Barrio de San Pedro y la Puebla de San Vicente.
Iglesia de San Pedro. Foto: José Daniel Navarro Iglesia de Santa María. Foto: José Daniel Navarro
Su mayor atractivo reside en las iglesias de cada uno de sus barrios, todas ellas románicas de entre los siglos XI al XII. Asimismo, podrás disfrutar de un rollo jurisdiccional de pináculo gótico en el barrio de San Pedro y una casa blasonada del siglo XVII/XVIII en el barrio de Santa María.

Torremormojón
Viajamos a uno de los extremos de la comarca de Tierra de Campos para revelar Torremormojón. Este municipio goza de una rica historia que se plasma es sus dos declarados Monumento-Histórico -Artístico: el castillo y la iglesia dedicada a Santa María.

En sus calles puede verse como el esplendor del pasado se ha reconvertido en despoblación y ruina. Su fortaleza, en estado semirruinoso, se erige en un cerro de las estribaciones de los Montes Torozos, otorgándola una ventajosa posición defensiva con una amplia panorámica de la llanura terracampina.

A los pies del bastión, ya formando parte de la Tierra de Campos, se extiende el resto del pueblo donde despunta la torre de la extraordinaria iglesia de Santa María del Castillo. En su arquitectura se pueden adivinar las distintas etapas constructivas, desde la segunda mitad del siglo XII, de románico tardío, hasta el siglo XVIII.