Las iglesias de esta ruta muestran la decadencia que llega después del esplendor, dejándonos unas escenas tristes pero de gran belleza poética
Daniel González // Foto portada: iglesia de Villaesper
Ninguna comarca de Castilla y León, y podríamos decir de España, se libra de contar con un templo en ruinas. Pueden ser grandes y espectaculares como catedrales o pequeñas como ermitas rurales solitarias. Pero hay una comarca donde en pocos kilómetros a la redonda puedes encontrarte con un gran número de ruinas sagradas en diferente estado de descomposición.
Hablamos de la comarca de Tierra de Campos, y más concretamente de la porción de la tarta que corresponde a la provincia de Valladolid. Y es que si elegimos como lugar de partida de esta ruinosa ruta a la localidad de Medina de Rioseco, podrás encontrarte con 6 muy buenos ejemplos para ver con tranquilidad durante todo un día.
1ª Parada. Moral de la Reina
Arrancamos motores y tomamos carretera desde Medina de Rioseco para llegar a Moral de la Reina, nuestra primera parada. La localidad se encuentra a unos 12 minutos de Medina y por ella pasa el Camino de Santiago madrileño que enlaza después en Sahagún con la tradicional ruta francesa.
Aquí te encontrarás de frente con un templo en ruinas con numerosos elementos de interés. Se trata de la iglesia de San Juan, construida en el siglo XV, y reformada en el XVIII. Contaba con tres naves separadas por pilares, de las que todavía queda algún resto de piedra, tapial y ladrillo. Pero lo más llamativo de este edificio es la puerta de ingreso al templo, de estilo gótico, al que se antepone otra portada renacentista.
2ª Parada. Villavicencio de los Caballeros
Pasamos del gótico y Renacimiento al mudéjar, que también dejó su huella en esta comarca. Uno de los ejemplos más extraordinarios lo vemos en nuestra segunda parada del itinerario: Villavicencio de los Caballeros. Separado por 26 kilómetros de carretera al noroeste de Moral de la Reina, este pueblo cuenta con diversos lugares de interés, pero el que más destacada en altura es sin duda la torre de la iglesia de San Pelayo, la única parte que se ha mantenido en pie de todo el edificio.
Sus 28 metros de altura de ladrillo y 48 ventanas repartidas en diferentes pisos escalonados son una muestra del esplendor de Tierra de Campos en los siglos XIV y XV. Su ingente tamaño le ha hecho merecedor del sobrenombre de el ‘Faro de Campos’. Del resto de la iglesia apenas quedan algunos muretes mellados por el tiempo y el expolio.
3ª Parada. Barcial de la Loma
Solo 15 kilómetros separan al Faro de Campos de nuestro siguiente destino: Barcial de la Loma. Se trata de un pueblo, ya pegado a la provincia de Zamora y León, bastante interesante por la colección de palomares que conserva, muchos de ellos rehabilitados. También cuenta con una antigua fortaleza en ruinas y, justo a las afueras, se levanta un desamparado arco de piedra remembranza de la antigua iglesia de San Miguel de la localidad, en ruinas desde 1755.
Un regalo accidental nacido de años de abandono, y donde el resto de la iglesia se ha ido deshaciendo hasta solo quedar este arco pétreo, el elemento arquitectónico más robusto que tenía. Ahora ofrece un marco simbólico con los campos y palomares a sus espaldas.
4ª Parada. Pozuelo de la Orden
Dejamos atrás el arco de Barcial para continuar la travesía hacía Pozuelo de la Orden. Situado a unos 25 kilómetros al sur, esta pequeña localidad es una muestra de la decadencia y posterior ruina y expolio sufrido en el siglo pasado.
Lo demuestra la antigua iglesia parroquial de Santo Tomás, construida en tapial y ladrillo. De ella solo sobrevive la torre y una pared de adobe en una de las naves laterales. Sus bienes muebles por otro lado están dispersos entre la nueva iglesia parroquial del pueblo, que recoge la misma advocación que su predecesora, y la Colegiata de San Isidoro de León donde se trasladó en 1920 su extraordinario retablo gótico.
Otra recomendación ya que vienes a este pueblo, es poder entrar en la ermita de Santa Ana, donde se guarda un lustroso artesonado.
5ª Parada. Villaesper
Seguimos con nuestra ruta decadente, ahora hacia el pueblo de Villaesper, a tan solo 10 kilómetros de Medina de Rioseco. Aquí nos pararemos a contemplar una joya. De hecho, los lugareños y gentes de la comarca la llamaban la Perla de Castilla, aunque ahora esta perla está rota.
Se trata de la iglesia de Nuestra Señora de la Esperanza. Una advocación algo irónica si se piensa, teniendo en cuenta su estado actual. Situada en un pueblo como Villaesper que no llega a la quincena de habitantes censados, la iglesia yace desolada y sin techo, aunque sí pueden observarse sus magníficas proporciones y la sillería de piedra bien encuadrada empleada en su construcción.
6ª Parada. Tamariz de Campos
Finalizamos la ruta con una de las que más difusión necesita. Se trata de la iglesia de San Juan Bautista de Tamariz de Campos. Este fue el segundo templo dentro del casco urbano. En el siglo pasado dejó de utilizarse para el culto y sus obras de arte se trasladaron a diversas zonas del norte de España. De hecho, su retablo mayor acabó en la mismísima catedral de Santander.
De este modo, poco a poco, y sin que nadie hiciera nada por ella, se fue deshaciendo como adobe al agua. Su torre se derrumbó parcialmente en 1995, y de sus cuatro costados solo quedó uno en pie, rematado por un bello pórtico renacentista eternamente abierto al modesto paisaje terracampino.
Corre a verla como está ahora, pues quizás al día siguiente, y teniendo en cuenta su estado actual con una torre llena de grietas, la escena sea muy distinta.
