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Agroalimentación, motor económico y seña de identidad de Castilla y León

Con altos estándares de calidad y una buena posición entre las preferencias de los consumidores, el sector agroalimentario regional supone 35.000 puestos de trabajo y una facturación anual de 10.100 millones de euros. Varios productores y establecimientos de hostelería analizan el papel de la marca Tierra de Sabor

Cristina Martín y Ricardo Ortega

El peso específico que el medio rural posee en Castilla y León se traduce en aspectos como el paisaje, la cultura o el turismo, y sin duda lo hace en la economía; más de 3.000 empresas integran el sector agroalimentario regional, con una facturación global de 10.100 millones de euros, lo que supone el 10% del sector español. Un porcentaje muy relevante, si tenemos en cuenta que la población de Castilla y León apenas suma el 5% de los habitantes de nuestro país.

Los datos estadísticos, considerados fríos en otras circunstancias, se convierten en un aliento de ánimo en un contexto de altas tasas de desempleo y, así, merece la pena destacar que la industria agroalimentaria supone 35.000 puestos de trabajo en la región, y que la agricultura y la ganadería ocupan al 10% de la población activa, muy por encima de la media nacional. Uno de cada diez euros generados en Castilla y León corresponde al sector de la agroalimentación. Estas cifras sitúan a Castilla y León como la tercera comunidad productora de alimentos de España.

La transformación de la producción agraria y la gastronomía local suponen una actividad económica pujante, además de ser fiel reflejo del espíritu de castellanos y leoneses. También son un reclamo importante para los visitantes, tanto nacionales como procedentes de otros países, razón por la que forman parte de las estrategias que diseñan las diferentes administraciones públicas. Esta actividad económica, con un profundo significado cultural, se ha visto reconocida a través de la descripción de productos o alimentos tradicionales para ser reconocidos en los reglamentos de uso de diferentes figuras de calidad.

Lechazo de Castilla y León

La administración regional ha aprobado hasta ahora 61 figuras agroalimentarias en todos los sectores, desde el vino, las carnes frescas o los lácteos hasta las legumbres, las frutas o las hortalizas. Denominaciones de origen, indicaciones geográficas protegidas, marcas de garantía y otros tipos de sellos engloban más de 24.200 explotaciones agrarias y ganaderas, así como más de 1.400 industrias. Desde el año 2007 se han aprobado 16 nuevas figuras de calidad y en la actualidad se encuentran en tramitación otras nueve distinciones.

El papel de estas figuras resulta fundamental para garantizar la calidad de las producciones y que todos los agentes implicados en la obtención, transformación y distribución se atengan a los parámetros establecidos por el reglamento correspondiente. Al mismo tiempo, en la mayor parte de los casos el sello vincula de forma estrecha el producto con el área geográfica en la que tiene su origen.

Impacto económico

La vinculación entre el medio rural y la industria agroalimentaria es clara, teniendo en cuenta que este sector económico permite transformar, comercializar y dar mayor valor añadido a las materias primas. El impacto de esta actividad económica se hace notar en mayor medida por tratarse de empresas asentadas mayoritariamente en pequeñas localidades, lo que se traduce en el mantenimiento de un paisaje determinado y, sobre todo, en el asentamiento de población en esos núcleos.

Cabe destacar que el papel de la mujer sigue siendo minoritario en las explotaciones agrarias, pero los papeles se intercambian en el sector de la transformación, donde las féminas representan la mayoría, lo que compensa la tradicional masculinización del medio rural y ofrece datos positivos en cuanto al asentamiento de familias.

Las cifras que arroja la industria agroalimentaria, con su significado social y cultural, han llevado a diseñar políticas públicas de respaldo a la calidad y a la comercialización de las producciones.

(Sigue leyendo el artículo en nuestra revista, número 47)


Bodegas Sinforiano. Ruth Sierra“Formar parte de Tierra de Sabor nos ayuda a estar en el mercado nacional”

Bodegas Sinforiano

Desde su fundación en 1966, esta destacada bodega familiar ha querido seguir una misma línea siempre, elaborando vinos modernos y atractivos, en los que priman sobre todo la calidad y la variedad.

Hace aproximadamente cuatro años, esta bodega instalada en Mucientes (Valladolid) pasó a formar parte de Tierra de Sabor y “aunque no notamos un impacto notable en las ventas tras ser incluidos en esta marca, sí que es cierto que la hemos cogido mucho cariño por lo que representa”, tal y como explica Ruth Sierra, una de las responsables de Bodegas Sinforiano.

“Sabemos que la gente valora cada vez más Tierra de Sabor y formar parte de ella nos ayuda a estar más presentes en el panorama nacional”, según comenta Sierra, quien además señala la importancia de las diferentes acciones, como ferias o salones gastronómicos, en los que participa Tierra de Sabor y donde permite a las empresas adscritas a la marca estar junto a ella a través de diferentes stands, mostrando sus productos y las últimas novedades del año.

cecinas_pablo_Ana_Belen_Barros“Hace falta más labor de comunicación fuera de Castilla y León”

Cecinas Pablo

La presencia de Cecinas Pablo en Tierra de Sabor hasta este 2015 ha sido a través de su jamón serrano y los ibéricos, y pronto la cecina y el chorizo de León también formarán parte de la marca. “Hasta ahora hemos tenido una pequeña representación de nuestros productos y el incremento en ventas por estar incluidos en la marca no se ha hecho notar”, como asegura Ana Belén Barros desde Cecinas Pablo.

El origen de esta empresa, que inició su actividad en 1993, se encuentra en su pequeña carnicería del centro de Astorga (León) que poco a poco comenzó a hacerse notable al elaborar de forma artesanal, entre otros productos, la cecina tal y como se realizaba antiguamente.

“Considero que Tierra de Sabor debería hacer una mayor labor de comunicación fuera de Castilla y León, porque en el resto de España no es tan conocida, y tenemos que promocionar el gran patrimonio gastronómico que tenemos en nuestra región”.

Luis Ángel Valdespina de Hortalizas Salus“Antes solo nos conocían en Palencia; ahora en toda Castilla y León”

Hortalizas Salus

Dedicados al cultivo de hortalizas en Torquemada, principalmente al pimiento, Hortalizas Salus está inscrito en Tierra de Sabor desde hace dos años y lo que más valora es que “antes de estar incluidos en la marca se nos conocía solo en la provincia de Palencia, pero ahora toda Castilla y León sabe quiénes somos”, tal y como menciona orgulloso Luis Ángel Valdespina, uno de los tres hermanos encargados, tras varias generaciones, de darle valor al trabajo artesanal.

“Tenemos una producción muy pequeña, aunque no fue impedimento para entrar en la marca; apreciaron nuestro pimiento como un producto muy ligado a la tierra de Castilla y León, y vieron necesario el hecho de darlo a conocer en toda la región”. Para Luis Ángel Valdespina la marca castellanoleonesa es reconocida por el consumidor a la hora de adquirir un producto  y eso “es algo a tener en cuenta” sobre todo para los pequeños productores de la Comunidad.

Leticia Alonso. Queserías Picos de Europa“Podrían conceder más ayudas para exportar los productos de la región”

Queserías Picos de Europa

Esta empresa leonesa elabora el popular Queso de Valdeón, que cuenta con su propia Indicación Geográfica Protegida (IGP), permitiendo a Queserías Picos de Europa establecerse entre las más importantes de España. El 60% de su producción de quesos sale fuera de las fronteras españolas hacia Estados Unidos, Australia, Japón o Alemania, y por supuesto el sello de Tierra de Sabor viaja con sus productos.

Una de las responsables de esta quesería, Leticia Alonso, cree que “la gente reconoce  Tierra de Sabor allá donde va y su presencia en España es cada vez mayor”.

Como sugerencias, Leticia Alonso destaca la importancia de organizar ferias más específicas en la región, con productos concretos, y propone también que sería conveniente  aportar más ayudas para la exportación de los alimentos de Castilla y León “ya que no somos los únicos que llevamos fuera parte de nuestra producción”.

José Andrés Zapatero“Apostamos por hacer una cocina de territorio”

El Lagar de Isilla (Aranda)

El Lagar de Isilla  es el primer establecimiento de la provincia de Burgos que ha obtenido el certificado de Restaurantes de la Tierra, un reconocimiento que resulta “lógico y coherente” para su propietario, José Andrés Zapatero.

“Tuvimos noticia de la iniciativa y vimos que coincidía plenamente con nuestra filosofía de trabajo, puesto que  apostamos por hacer una cocina de territorio”, señala. Las mesas de este restaurante  de la mítica calle Isilla de Aranda siempre han hecho un hueco a lo local, lo que incluye tanto el lechazo como el producto de temporada.

Pocos cambios ha realizado el establecimiento para formar parte de esta figura de calidad, más allá de añadir una página del menú Tierra de sabor en la carta, si bien Zapatero reconoce que las auditorías a las que se ha sometido para obtener el sello “nos han permitido subir un peldaño en la búsqueda de la calidad”.

César Lazo“Tierra de Sabor nos ha permitido incorporar nuevos proveedores”

El Ruedo II (Sahagún)

Los establecimientos que desean adherirse a la marca  Restaurantes de la Tierra deben someterse a una serie de auditorías, en las que reciben diferente puntuación a partir de parámetros como la formación, la organización de jornadas gastronómicas, el contar con vinos de las diferentes DO regionales o el empleo de productos amparados por Tierra de Sabor.

Cumplía con creces estos requisitos el restaurante El Ruedo II, uno de los baluartes culinarios de esta localidad jacobea, que siempre se ha beneficiado de ser un cruce de caminos. También desde el punto de vista gastronómico, como apunta su sumiller y jefe de sala, César Lazo, que siempre ha incluido numerosas referencias de Castilla y León en su despensa y su bodega. El restaurante amplía habitualmente el número de sus proveedores, pero la iniciativa Tierra de Sabor le ha permitido “conocer nuevos productores e incorporarlos a nuestra carta”.

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