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Vendimia con el sol de cara

El mes de septiembre marca el inicio de una vendimia que se prolongará hasta principios de octubre. Un momento en el que el enoturismo y la actividad agraria se dan la mano

Los efectos de la sequía y las altas temperaturas vuelven este año a condicionar la maduración de las uvas al final del envero, el último peldaño del ciclo vegetativo de la vid. Si bien el sol marca de forma pronunciada esta añada –lo mismo que sucedió en las tres anteriores- al menos el fruto está muy sano y, gracias a esa sanidad, apenas ha tenido que sufrir intervenciones ni tratamientos.

Esta es una de las virtudes de la añada de 2012 en la que, al cierre de la edición de esta revista, ya se habían recogido alrededor de 35 millones de kilos. Se trata de una cosecha que, según todos los pronósticos, podría sobrepasar los 180 millones de kilos de uva entre todas las zonas de vinos y denominaciones de origen de Castilla y León.

Las previsiones para este año apuntan un descenso de entre el 15 y el 20% de la producción, como media general en el conjunto de la viticultura regional. Las causas se deben al propio impacto de la sequía y a las altas temperaturas, que han provocado racimos de uva más desiguales y, de forma general, con bayas más pequeñas. No obstante, el potencial polifenólico de las uvas está garantizado y son muchos quienes, en las primeras estimaciones, apuntan que los futuros vinos de este año tendrán un gran potencial de color, estructura y aromas.

Cronología

Las primeras uvas que llegaron al lagar en esta añada de 2012 fueron de Villafranca de Duero (Valladolid) y se vendimiaron en la madrugada del 30 de agosto en la bodega El Albar Lurton, acogida a la DO Rueda. En esta misma fecha, dos bodegas de relieve en la DO Bierzo (Palacio de Canedo) y en la DO Ribera del Duero (Finca Torremilanos) iniciaban la recolección de las uvas destinadas a la elaboración de vinos espumosos.

El impacto de la sequía mermará la producción de uva esta campaña

Por lo tanto, la chardonnay de Prada a Tope en Canedo y la albillo de la familia Peñalba en Aranda de Duero fueron, entre otras variedades, las que provocaron la primera chispa en la vendimia
de las burbujas de esta añada. Pero no hay que olvidar que, fuera del marco de las denominaciones de origen, como es habitual todos los años por su situación geográfica, fue la comarca tradicional de vinos de Cebreros (Ávila) la que de verdad inició la recolección de la uva en Castilla y León. Fueron los términos de El Tiemblo, El Cabaco, Sotillo de la Adrada y Cebreros los primeros en comenzar, destacando –por su volumen- la actividad de la cooperativa cebrereña Santiago Apóstol.

Influencia de la crisis

La situación económica no es ajena al sector del vino, que afronta su actividad principal estos días: la vendimia. Esta añada llega en un momento de enfriamiento de los mercados nacionales y dentro de un contexto de descenso de consumo de vino. Hay quien dice que una cosecha prudente como esta –que, según las previsiones, no superará los 200 millones de kilos de uvapuede venir bien para regular, de algún modo, la situación de los mercados.

Como contrapunto al momento económico,en esta vendimia alrededor de una docena de bodegas se incorporarán al entramado empresarial del vino. La mayor parte surgirá a lo largo de todo el periodo de vendimia en la DO Ribera del Duero, pues es habitual que durante la cosecha de uva, que puede prolongarse a lo largo de 35 días, se den de alta en los registros de lagares de elaboración de los consejos reguladores de denominaciones de origen. Si a esta cifra unimos las dos nuevas bodegas en la DO Rueda, una en la DO Toro, otras dos en la DO Tierra de León y otras tres entre las denominaciones de Arribes, Arlanza y la Sierra de Salamanca, el saldo es significativo en los tiempos que corren, pues una docena de nuevas firmas se incorporarán al mercado con la añada de 2012.

Alrededor de una docena de bodegas se incorporan este año

La situación económica también se traslada al majuelo, pues este año se apreciará un mayor auge en la mecanización de la vendimia, una modalidad que proporciona a las bodegas una fórmula de trabajo más rentable, eliminando los costes que genera tener que pagar a los vendimiadores. Aún así, la práctica habitual seguirá siendo la recolección manual, sobre todo transportada en cajas hasta los lagares

 

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