Desde el año 2002, la familia Alonso del Yerro vive en la finca Santa Marta, en Roa (Burgos), desde donde trabajan con ilusión un conjunto de parcelas cuidadosamente seleccionadas en la Ribera del Duero plantadas con uvas de la variedad Tempranillo.
El proyecto vital que iniciaron María del Yerro y Javier Alonso busca la excelencia vinícola desde un profundo respeto al entorno, realizando el 90% de los trabajos a mano y siempre con la vista en el futuro mediante observación, reflexión y decisión.
El resultado son vinos respetuosos con el origen y la añada, en los que la calidad del terruño da el toque final que marca la diferencia.
Asesorada por el enólogo bordelés Stéphane Derenoncourt –responsable de vinos tan notables como La Mondotte, Château Canon La Gaffelière y Domaine de L’A– y secundada por un equipo técnico joven dirigido por el enólogo francés Lionel Gourgue, esta bodega familiar ha alcanzado el prestigio a través de la constancia en las excelentes puntuaciones otorgadas por las principales guías y prescriptores (The Wine Advocate, jancisrobinson.com, Guía Peñín, elmundovino.com…) para cada uno de sus vinos: Alonso del Yerro, María y Paydos.
Alonso del Yerro es la etiqueta más emblemática de la bodega. Una perfecta combinación del carácter y la complejidad que ofrece la variedad Tempranillo en los privilegiados viñedos de Alonso del Yerro, con la frescura y concentración propios de cada añada.
Elaborada solo en años excepcionales que lo justifiquen, María es la cuvée más excelsa de Alonso del Yerro. Para su elaboración se procesan por separado las uvas de cada una de las dos parcelas que componen este vino, con un terroir de circo de arcilla calcárea que otorga densidad y redondez, y una parcela de gravas calcáreas que le procuran elegancia y su parte floral.
Paydos comenzó a elaborarse en 2008 con la uva de los viñedos que Alonso del Yerro posee en Toro (Finca Miguel). Con cepas plantadas entre 1930 y 1988, se elabora con la vendimia de una selección de parcelas de suelos arcillo-calcáreos y graníticos con el objetivo de expresar el carácter y la elegancia que posee la variedad Tinta de Toro en sus viñedos más privilegiados.
Vinos complejos con finura y frescura
El clima puramente castellano de las parcelas en Santa Marta, con días muy cálidos y noches muy frías, es magnífico para las uvas, conservando su frescura para poder disfrutar del sol durante el día.
Por otra parte, la mezcla de suelo arcilloso y calcáreo crea vinos complejos con un característico punto mineral que le aporta la finura y frescura necesaria para redondear un gran vino.
Alonso del Yerro se caracteriza por su carácter muy poco intervencionista, siempre manteniendo el respeto al proceso natural de la conversión de la uva en vino, con vendimias basadas únicamente en el resultado de la cata de la uva y coupage realizados en el propio viñedo cada semana.
Un trabajo arduo pero satisfactorio, consecuente con el ánimo de la bodega por alcanzar el delicado equilibrio entre lo que impone la naturaleza y la capacidad humana para adaptarse.
