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La calidad, el mejor pasaporte

Cada litro que exporta Castilla y León vale cuatro veces más que el del conjunto de España gracias a las figuras de calidad. Las bodegas de la región vendieron fuera un 18% más el año pasado

Texto: Ricardo Ortega

Las bodegas españolas comenzaron en 2005 a exportar más de lo que se consumía en el mercado nacional y hoy venden más allá de los límites de la piel de toro el doble de lo que se bebe dentro. A ese proceso no ha sido ajena la región, que en ese mismo periodo de tiempo ha pasado de exportar 69 millones de litros a vender 121 millones. España es el tercer exportador mundial, con el 10% del volumen, lo que significa que Castilla y León representa en torno al 2% de las exportaciones mundiales de vino.

Al comparar los datos nacionales y regionales, llama la atención el precio de las ventas al exterior realizadas desde Castilla y León. En el conjunto de España, las operaciones se realizan con un valor medio de 1,10 euros el litro, mientras que en el caso de la comunidad ese precio se sitúa en 3,93 euros, casi cuatro veces más. Esa diferencia se explica por el importante peso específico de los vinos a granel o no amparados por una figura de calidad en el conjunto nacional, mientras que en la región su importancia es mucho menor. Tres cuartas partes del vino que exporta Castilla y León pertenecen a alguna de las trece figuras de calidad existentes, frente a poco más del 40% del resto de España, pero incluso en el capítulo del vino no amparado (excluidos los graneles) la diferencia es muy relevante: su precio medio es de 3,20 euros el litro, frente a los 0,89 euros nacionales.

Otro dato adicional es que las ventas de elaboraciones con figura de calidad subieron el 11,1% en volumen en 2012, mientras que en valor ese incremento fue del 18,3%, lo que revela un crecimiento importante del vino con mención de calidad. Así se explica que uno de cada cinco vinos con DO que exporta España proceda de la comunidad, como se señala en el ‘Análisis del sector vitivinícola en las DO de Castilla y León’, presentado recientemente por Cajamar.

El informe también refleja el incremento de las exportaciones de la región desde 2007, cuando ya se anunciaba la crisis económica, con un aumento de las ventas del 25%. Las operaciones en el exterior superan ese 25% de la producción en el caso de las DO Bierzo, Cigales, Toro y Ribera, y alcanzan cotas más altas en el caso de algunas zonas medianas, como Tierra del Vino de Zamora (40%) o Valles de Benavente (57%).

De este modo, la crisis ha afectado a la estructura comercial de las bodegas, pero no ha impedido abrirse al exterior con buenos márgenes comerciales, con un descenso en el valor de las ventas en 2009 y 2010 que pudo contenerse en 2011 y que se invirtió en 2012.

Llama la atención que el principal destino de los vinos de Castilla y León sea un país de apenas ocho millones de habitantes, Suiza, adonde se dirige el 16% de las ventas en el exterior, mientras que el gigante alemán compra el 14,4% y Estados Unidos el 14,1%. Les siguen México, con el 9%, Holanda, con el 5,4%, y China con el 5,1%. Resulta significativo que un país productor como Francia absorba el 4% de las exportaciones de vino regional y que su tradicional cliente británico se lleve el 3,9%.

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