El consumo de legumbres en los hogares españoles mantiene la tendencia alcista de los últimos años y experimenta un incremento del 16,41% en 2020, 3,91 kg/per cápita al año
A pesar de lo positivo de estos datos, seguimos a una gran distancia de las cifras de consumo de décadas pasadas y manteniéndonos lejos de las indicaciones de los nutricionistas que recomiendan, al menos, la ingesta de legumbres tres veces por semana. Sin remontarnos mucho, a principios a finales del siglo XX el consumo superaba con creces los 4 kg/pc
Precisamente desde este punto de vista nutricional, la importancia de aumentar la presencia de las legumbres en nuestra dieta, tendencia que también se está manifestando en todos los países occidentales, radica en su alto contenido en proteínas de carácter vegetal, hidratos de carbono, fibra, minerales y vitaminas.
Además de su riqueza como alimento, las legumbres contribuyen a la fijación del nitrógeno y a la mitigación y adaptación al Cambio Climático, lo que, según la FAO, reafirma su contribución a la agricultura sostenible y al logro de la Agenda 2030.
