A. Allende
La digitalización en tres dimensiones del entramado de bodegas subterráneas de Aranda de Duero permite las visitas virtuales desde cualquier lugar. El expositor en Intur incluye la proyección panorámica del vídeo que simula un recorrido en tiempo real por los túneles
Tradición, patrimonio y tecnología de vanguardia. Son conceptos compatibles. Aranda de Duero no deja ningún cabo suelto ni renuncia a ninguna herramienta para dar a conocer su enorme potencial turístico, cultural y de ocio. Tanto es así que incluso será posible recorrer el entramado de bodegas de más de cinco kilómetros, que recorre el subsuelo de la ciudad, desde una confortable butaca en cualquier lugar del mundo. La reciente digitalización de la red de túneles e Internet han hecho posible el milagro.
El ayuntamiento arandino estaba muy interesado en recuperar y poner en valor su vasto patrimonio, con las miras puestas en 2014 cuando la villa atraerá sobre sí muchas miradas con motivo de acoger Las Edades del Hombre. En un principio la idea era digitalizar las bodegas subterráneas, pero el proyecto se hizo más ambicioso y ha terminado recogiendo en tres dimensiones tanto la red de túneles como los monumentos situados a ras de tierra. Así han logrado aunar los valores turísticos e históricos.
Los especialistas de la Universidad Politécnica de Madrid y la Rey Juan Carlos han empleado escáneres para captar en tres dimensiones las formas exactas de los monumentos y han recurrido a técnicas fotográficas para que la proyección gane en realismo. También han tomado imágenes desde el aire. El resultado es una aplicación que permite visitas virtuales en tiempo real, como si el turista fuera caminando por la ciudad arandina. De esta forma es posible disfrutar en un viaje simulado, por ejemplo, de la textura de las piedras y del color de la figuras como si fueran reales. Todo ello integrado en un recorrido que queda a la elección del turista virtual.
Este prodigio tecnológico podrá disfrutarse en Intur, en el expositor de Aranda. “Es muy impactante. Pocas veces se ha visto un stand así”, avanza el coordinador del proyecto Fernando Blaya. Unos servidores posibilitarán que la aplicación esté disponible también en la web del municipal y en las de las peñas. El propósito es que la aplicación sea muy fácil de localizar a través de buscadores para quienes naveguen en busca de información sobre la oferta turística, cultural, gastronómica y de ocio de la comarca.
El responsable técnico del trabajo, Rubén Conejero, explica que en la feria vallisoletana habrá un sistema de proyección panorámica de 360 grados con cuatro pantallas envolventes, como si fuera un cubo. Los visitantes, además, dispondrán de cuatro puestos de información táctiles que incluirán la navegación panorámica por una bodega subterránea.
A la singularidad del proyecto hay que sumar la no menos particular fórmula de financiación que ha permitido su puesta en marcha. El dinero ha fluido gracias a los excedentes de una fundación a la que empresas de la zona habían aportado capital para restaurar la iglesia de San Juan. Todo ello bajo gestión municipal. “Los arandinos se han volcado y el ayuntamiento ha sido previsor. A los vecinos y a las peñas les ha encantado. Muchos pueblos tienen bodegas, pero el entramado bajo la ciudad es único”, comenta Baya entre entusiasmado y agradecido por la colaboración ciudadana.
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