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Bodegas Fariña, 70 años con Toro

Es una bodega zamorana que ha sido clave en el desarrollo del sector vitivinícola regional. Esta historia de vinos nació en la Alta Sanabria, germinó en la Tierra del Vino y triunfó en la Denominación de Origen Toro

Los actos conmemorativos del 70 aniversario de Bodegas Fariña comenzaron en Barcelona durante la Feria Alimentaria del mes de marzo. Allí se presentó el tinto conmemorativo y se soplaron las velas de la primera tarta. Durante el mes de abril se llevaron a cabo presentaciones del vino Fariña 70 Aniversario en distintas ciudades de Estados Unidos, Nueva York, Los Ángeles y San Diego. En el mes de mayo, la celebración del aniversario de Fariña se ha trasladado a las ciudades chinas de Pekín, Shanghai y Hong Kong. En todos estos actos del 70 aniversario han concurrido profesionales, prensa especializada y generalista, y una amplia representación del Icex, el Instituto de Comercio Exterior.

Los orígenes

En la añada de 1941, Salvador Fariña inició una de las historias de vinos más fructíferas y aplaudidas de Castilla y León. Precisamente este año se cumplen 70 añadas del nacimiento de una bodega que ha estado ligada siempre a la familia Fariña. Fue en la añada de 1942 cuando el padre de Manolo Fariña inició la elaboración y comercialización de vinos en Casaseca de las Chanas en plena Tierra del Vino zamorana.

Quedaba atrás el escenario sanabrés del origen de la familia, Porto, localidad próxima a la frontera con Portugal. Fue el recuerdo del lugar de nacimiento de los Fariña el que sugirió a la bodega utilizar el nombre de Bodegas Porto; una aventura que se abandonó con los años debido a las presiones de las patentes portuguesas, dando paso al nombre de Bodegas Fariña. Con este término, la bodega formará parte del nacimiento, desarrollo y consolidación de la Denominación de Origen Toro.

Bodegas Fariña fue una de las empresas familiares pioneras en la modernización, a mediados de los 80 y, en el campo de la exportación, a finales de esa misma década. Por otro lado, su implicación en el territorio supuso un valioso resorte para afianzar la llegada de nuevas inversiones. Actualmente, la tercera generación se ha sumado a la dirección de la bodega. Bernardo y Manuel Fariña representan hoy la trilogía de la familia, junto a su padre Manolo, al frente del proyecto de vino.

Los Colegiata

El tinto del 70 aniversario cierra un ciclo impresionante de creaciones enológicas de bodegas Fariña. Un largo periodo en el que entran en juego los célebres tintos Colegiata, que fueron un guiño a la histórica ciudad que es la capital de la DO Toro. Manolo Fariña recuerda siempre con cariño aquella añada del 82: la etiqueta lucía el cimborrio de la iglesia románica toresana y salió como tinto de crianza Gran Colegiata (“Este vino ha roto con lo tradicional negativo manteniendo lo básico, la ancestral y autóctona uva de Toro”), rezaba la etiqueta que, por aquel entonces, llegaba al mercado a 500 pesetas. Los prescriptores de la época -Carlos Delgado, José Peñín y las revistas Bouquet y Gourmet- le dieron el primer aplauso, refrendado de inmediato por el consumidor y el mercado. Fariña iniciaba así su camino hacia la gloria. Más tarde nacerían los Val de Reyes y aparecería en escena el novedoso Primero, un tinto de maceración carbónica ligado a la pintura desde su creación

«Gran Colegiata, Primero y los Val de Reyes dulces forman el triángulo enológico de Fariña»

En el mercado internacional siguen triunfando los Colegiata junto a los Dama de Toro o los Dolfos. Otro vino en el que Fariña fue un abanderado y pionero es el blanco dulce Val de Reyes, también  tinto. Sin ninguna duda, la mayor gloria alcanzada por Bodegas Fariña ha venido de la mano de los vinos amparados con Denominación de Origen, aunque también tiene una fuerte presencia en el mercado con vinos protegidos con la mención Vino de la Tierra de Castilla y León. Actualmente, la firma mantiene dos centros de producción, uno en Casaseca de las Chanas y otro, en Toro.

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