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Julio Valles (presidente de la DO Cigales): “Los vinos de Cigales no tienen la fama que les corresponde”

Julio Valles es el nuevo presidente de la DO Cigales, a la que está unido por lazos sentimentales y profesionales
Advierte de que no llega al consejo regulador como estudioso del vino, sino como empresario que se ha bregado en diferentes sectores, como el de la construcción
Entre sus metas está la de hacer justicia a unos vinos de elevada calidad que tienen mucho recorrido en el mercado

La figura de Julio Valles es de sobra conocida gracias a su labor investigadora y divulgativa en el mundo del vino y la alimentación. Aunque se sabe menos de su vertiente industrial y empresarial. Formado en el ámbito de la ingeniería, fue miembro del CTN 83 de Aenor, es un experto en calidad total y ha sido directivo y empresario en los sectores de la construcción, las artes gráficas, los medios de comunicación, el inmobiliario y el de la alimentación. De su extenso currículo cabe destacar también que es presidente de honor de Iberaval.

-¿Cómo afronta esta nueva etapa, tan diferente, de su trayectoria profesional?
-Se trata de una etapa muy ilusionante en lo personal, que me vincula a una zona de vinos que conozco bien y que me permite retomar la actividad empresarial. He de decir que resulta muy especial para mí retomar la labor de una persona como Pascual Herrera, un gran amigo y colaborador. También el haber sido elegido por unanimidad del consejo regulador, algo que para mí era muy importante.

-¿Cómo había sido su relación con la DO hasta ahora?
-Soy nacido en Valladolid y conozco la comarca desde siempre. Además, he escrito infinidad de artículos y participado en libros donde he glosado las virtudes de Cigales, sus claretes, sus aloques… La conozco bien desde el punto de vista histórico y también por mi trabajo en diferentes academias de gastronomía, con una labor que se ha entrecruzado en numerosas ocasiones con esta zona de vino. Catas de vino en rama, presentaciones, armonizaciones… Además, desde los diferentes lugares en que he pedido la colaboración al consejo o a las bodegas siempre he obtenido una respuesta magnífica.

-¿Y cuáles van a ser sus principales líneas de trabajo?
-Una de las prioridades es la de hacer más visible la DO; salir fuera de su ámbito más inmediato y, como consecuencia vender más vino, que es el objetivo de toda actividad empresarial. Si tomamos ese objetivo entre todos será muy positivo para la comarca.

-¿Hasta qué punto tienen sus vinos recorrido en el mercado?
-Lo tienen en gran medida, sobre todo gracias al enorme potencial de sus elaboraciones, que no tienen la fama que les corresponde. Un ejemplo está en el tinto que elaboran nuestras bodegas, con una calidad elevada y que son poco conocidos. Tenemos por delante un camino difícil por ese desconocimiento, pero sí hay margen para crecer: en ventas y también en márgenes comerciales. Y me refiero tanto al tinto como al rosado o clarete, que son muy competitivos, con una relación calidad-precio muy elevada.

-¿Retomarán las acciones promocionales?
-Hay que conseguir que los consumidores lo prueben porque una vez que lo conocen, este vino habla por sí solo. Una de nuestras labores es seguir haciendo promoción, tratar de que suban las ventas. Los vinos de Cigales son muy conocidos en Madrid y sobre todo en el norte de España. Este año volveremos a hacer algún evento por la cornisa cantábrica. Por otra parte, una de las cuestiones pendientes es que haya más marcas populares entre los consumidores, lo que ayudará a tirar del conjunto.

-Siempre que se habla de mercados se acaba mencionando la exportación…
-Porque es un aspecto fundamental. Los mercados exteriores suponen el 30% de las ventas, lo que es muy poco en comparación con otras denominaciones de origen, y debemos mejorar esa cifra. Aunque también es cierto que una parte importante de nuestro público está en nuestro entorno, en la comunidad autónoma.

-Lo que está claro es que la DO cuenta con una buena materia prima.
-Pascual Herrera decía siempre que el mayor patrimonio de la comarca de Cigales es su viñedo, con una altísima calidad. Sobre todo por la edad de las viñas y también por la presencia de la tempranillo y la garnacha. Estamos ante un viñedo impresionante; yo diría que de los mejores de España si lo contemplamos en su conjunto. Y lógicamente contar con ese gran viñedo es la mejor manera de hacer unos grandes vinos.

-Dígame, entonces, en qué momento ve los rosados de la denominación de origen.
-Son unos vinos frescos, agradables, que se pueden tomar a una temperatura que resulta adecuada para el nuevo consumidor; para los públicos que empiezan a acercarse al vino. Es un buen primer paso. Tradicionalmente ha sido un vino de hostelería, o bien de aperitivo durante la comida. Pero cada vez es más la gente que lo pide para tomar con todos los platos. Tiene una ventaja, y es que su digestión es mejor. Y hay que destacar que los platos con mucha grasa armonizan muy bien con el rosado, que limpia muy bien la boca.

-¿Y los tintos?
-Están dirigidos a personas que están más acostumbradas a beber, que aprecian mejor las características del vino. Los tintos de la Denominación de Origen Cigales se pueden situar entre los mejores de la zona del Duero, en la que estamos, junto a las DO Ribera y Toro. Yo insistiría en la tempranillo y en la garnacha de Cigales, y destacaría sobre todo la calidad de los crianzas.

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